OPINIÓN
Por fin se acabó la temporada para el Real Madrid . Era el único pensamiento que tenían todos desde que el Ajax les eliminó de la Champions League. Ni Zidane lo ocultaba públicamente. Los jugadores sobre el campo, menos aún. Costó cerrar el curso. Se atragantó bastante, con bochornos como ante el Rayo o ante la Real, aderezados con otros partidos grises oscuros con muy escasos momentos de brillantez. Ni los pitos del Bernabéu, ni la desesperación de Zidane, ni el histórico orgullo de campeón levantaron lo más mínimo el nivel de un Real Madrid alarmantemente pobre en la presente temporada. Todo comenzó por unos jugadores saciados de éxitos, y acabó por un grupo que ni supo competir por nada, ni parece que quisiera hacerlo siquiera. Tampoco ante el Betis en el día de la despedida (0-2).
Sólo Vinicius y Brahim estuvieron metidos realmente en el partido, preocupados por el resultado y la imagen del Real Madrid. El equipo blanco pasó de la famosa BBC la temporada pasada a terminar ésta con la BBV (Brahim-Benzema-Vinicius), con dos chicos de 19 y 18 años tirando del carro del trece veces campeón de Europa. En el que seguramente sea su último partido de blanco, Keylor Navas reunió a todos sus compañeros en una piña antes del pitido inicial. Los jugadores blancos le siguieron en su intento por aunar los últimos esfuerzos para un adiós digno… pero luego se olvidaron en cuanto Undiano hizo sonar su silbato.
Por cierto que el costarricense tuvo una despedida bien digna del Santiago Bernabéu. La afición le aplaudió desde el primer minuto al noventa, y él tuvo varias intervenciones de mérito que quedarán en la retina de todos. Sólo su propio equipo le falló en parte, al dejarle abandonado a su suerte hasta el punto de no poder evitar marcharse imbatido. Marcó Loren solo a dos metros de la línea de gol. También Jesé , igualmente a bocajarro. No pudo ser un adiós redondo. Claro que peor fue el de Gareth Bale , totalmente ausente.
Estuvo en el banquillo, pero ni saltó al campo, ni siquiera a calentar. Zidane no le perdonó los numerosos feos que ha tenido para con el Real Madrid. Su legado de fogonazos tan triunfales como aislados quedará sin broche final. Su última imagen de blanco será la de la ‘espantada’ en Vallecas para marcharse de vacaciones después de haber perdido contra el colista. Una imagen bastante fiel de lo que ha sido su última etapa en el equipo, pero seguramente también insuficiente y hasta injusta con su paso global por el Real Madrid. Ni eso le salió bien al club blanco en su último día. Con dieciocho derrotas en el global, opciones de terminar a 21 puntos del Barcelona, y el Bernabéu muy irritado. Por fin acabó la temporada.
