Con el inicio de las hostilidades bélicas por parte de la Rusia de Putin dentro del conflicto que este país libra con Ucrania, Paulo Fonseca vuelve a ser noticia a pesar de que no esté trabajando ahora mismo. El técnico luso se encuentra atrapado en un hotel de Kiev y sin perspectivas claras de si podrá abandonar el país de una manera segura ahora que la guerra ya es un hecho, según ha revelado al diario 'Jornal de Noticias'.
Fonseca estuvo entrenando a la Roma hasta el pasado curso cuando fue relevado de su cargo para que llegara su paisano José Mourinho y en estos momentos se encuentra sin equipo a pesar de que desde el pasado junio ha estado a punto de fichar por varios clubes de la Premier como el Tottenham, el Newcastle y el Aston Villa, sin que ninguna de las entidades inglesas se hayan decidido a confiar su banquillo al portugués.
Previamente a ser reclutado por la Roma, Paulo Fonseca fichaba para la 2016/17 por el mejor equipo ucraniano, el Shakhtar Donetsk, al que dirigió durante tres temporadas en las que llevó al club a ganar tanto la Liga como la Copa ucranianas en cada una de las campañas en las que estuvo en la entidad.
GettyLa relación de Fonseca con Ucrania va más allá de haber sido el técnico del Shakhtar y es que mientras dirigía al primer equipo del club de Donetsk conoció a la que acabaría siendo su mujer, la ucraniana Katerina Ostroushko, que trabajaba en los medios de comunicación ucranianos, con la que se casó en Italia en 2018 y con quien tuvo un niño en 2019.
Fonseca narra para 'Jornal de Noticias' cómo han sido sus últimas horas en la capital del país atacado por Rusia: "me desperté a las cinco de la mañana con cinco explosiones seguidas", ha declarado el luso. "Tenía un vuelo reservado para hoy, pero ahora es imposible salir de aquí, porque los aeropuertos han sido destruidos y el espacio aéreo ha sido cerrado", afirma preocupado el entrenador.
Según relata el portugués, la única vía para escapar de Ucrania desde Kiev ahora mismo es por carretera en dirección a Lviv, una localidad próxima a Polonia, pero los atascos son enormes, apenas hay combustible disponible y los desplazamientos son casi imposibles de llevar a cabo por el momento.
GettyLa preocupación de Fonseca queda patente en sus palabras al diario luso, cuando afirma que "lo único que podemos hacer es rezar para que no nos caiga una bomba encima. Sinceramente, no sé cómo voy a salir de aquí".
Paulo Fonseca comparte hotel con los jugadores de la plantilla del Shakhtar y tiene muy claro que "es el peor día de mi vida. Ahora solo hay que esperar y tener suerte. Suerte para salir de Ucrania y dejar atrás la guerra".


