Sólo 148 días. Eso es lo que podría durar la etapa de Julen Lopetegui como entrenador del Real Madrid. El club blanco decidió su contratación un 12 de junio, a dos días vista del comienzo del Mundial, y ahora, después de perder en el Camp Nou, podría perder la cabeza un 28 de octubre. Cuestionado casi desde la derrota de la Supercopa ante el Atlético de Madrid, Lopetegui no ha sido capaz de enderezar una mala racha que podría costarle el puesto y que tiene al equipo blanco en pleno derrumbe. El Madrid es octavo, está a 7 puntos del líder, el Barcelona, y a 5 del Atlético de Madrid, una distancia que no es definitiva, pero sí preocupante.
Las peores goleadas que recibió el Real Madrid
Juguete roto. La imagen ofrecida por el Madrid fue muy pobre. Se jugaba muchísimo y por momentos, pareció que el que más se jugaba era el Barcelona. Los goles de Coutinho primero y Suárez después – tras penalti claro de Varane decretado por el árbitro tras consulta con el VAR– convirtieron al Madrid en un queso gruyere. En el descanso, Lopetegui cambió el sistema, el Madrid mejoró, Marcelo descontó y tuvo suficientes ocasiones para nivelar el partido. El golazo de Suárez, de cabeza, acabó por sepultar las opciones de un Madrid que fue indolente en el primer acto y que acabó hundido en el tramo final, siendo un juguete roto en manos de un Barcelona desatado.
Un Barcelona notable. Motivado por la ausencia de Messi, solidario y con una superioridad más que notable en el centro del campo, el equipo de Valverde se apuntó la victoria en un choque que le catapulta como líder de la Liga. Jordi Alba, estelar y por momentos, disfrazado de D10S, y después Luis Suárez, lideraron a un equipo azulgrana que se llevó una victoria que deja a su rival en una situación más que crítica. Sin Messi, por fin, el Barcelona dio un gran nivel. En lo colectivo y en lo individual. Los de Valverde salen muy reforzados del choque.
El VAR se estrena en el Clásico con un penalti para el Barça
Silla eléctrica. Con Lopetegui al frente, que no es el único culpable pero sí el primer responsable, el Madrid ha perdido cinco partidos oficiales de 13 disputados, unos números que están a años luz de la exigencia histórica de un club que, por historia y presupuesto, no puede permitirse seguir, ni un minuto más, instalado en unos números tan pobres. Lopetegui parece tener las horas contadas. En próximas horas será el presidente Florentino Pérez el que mueva ficha para evitar que el Madrid, convertido en el Titanic antes de chocar contra el iceberg, acabe hundiéndose. El equipo blanco fue un juguete roto en manos de los de Valverde en el primer tiempo, después reaccionó y dominó en el segundo, teniendo claras ocasiones, pero no pudo remontar. Entre otras cosas, porque cuando mejor estaba, Suárez liquidó el choque con un golazo. Después llegaría el de Vidal, para mayor escarnio y castigo blanco.
Cambio de rumbo obligado. Acostumbrado a ganar en primavera la Champions, pero también a dimitir de la Liga en invierno, el Madrid necesita un cambio de rumbo. Es noveno, a siete puntos de un Barcelona que, sin Messi, le hizo hasta cinco goles. El público del Camp Nou despidió a los suyos entre gritos de olés. Fue un festival azulgrana y un drama merengue.