En la final de la Liga de Campeones 2022 que enfrentará al Lyon y al Barcelona es más que un trofeo lo que está en juego.
Según Ada Hegerberg, también está en juego el respeto.
"Ya había fútbol femenino antes del Barcelona, y se jugó aquí durante años", declaró la leyenda del Lyon a L’Equipe el mes pasado.
"Tenemos que volver a ganar para recuperar nuestro lugar en el fútbol mundial y tenemos la oportunidad de hacerlo esta temporada. Nunca hemos perdido contra el Barcelona".
Está claro que el Lyon está molesto por el hecho de que las blaugranas no solo conquistaron el título el año pasado, sino que además son las niñas mimadas del fútbol femenino.
Durante el último año, todo el mundo del fútbol se ha quedado asombrado por el dominio ejercido por el Barça y sus sucesivos récords de asistencia a los partidos.
Evidentemente, Hegerberg y compañía sienten que sus extraordinarias proezas se han subestimado, incluso casi olvidado.
Y no debería ser así, por supuesto.
Después de todo, no solo estamos hablando del mejor equipo jamás visto en la Liga de Campeones Femenina.
El Lyon es el mejor equipo jamás visto en el certamen. Punto.
No lo olvidemos, el equipo masculino más laureado de la era de la Liga de Campeones es el Real Madrid, que ganó tres seguidas entre 2016 y 2018.
El Lyon no sólo igualó esa marca, sino que la superó con dos más, en 2019 y 2020.
Desde luego, el Madrid de Gento, Puskas y Di Stefano también ganó cinco Copas de Europa seguidas.
Sin embargo, ni siquiera ese legendario equipo ha dominado la competición como lo ha hecho el Lyon durante más de una década.
El Madrid sumó seis Copas de Europa en 11 temporadas entre 1955 y 1966. En ese periodo también quedó subcampeón en dos ocasiones.
El Lyon, no obstante, ha ganado siete desde su primera final, en 2010. También perdió dos y ahora aspira al que sería su octavo triunfo en 12 años.
Su longevidad es realmente increíble, y la prueba no solo de la admirable voluntad de Jean-Michel Aulas de invertir en los mejores talentos, también de la cultura de excelencia promovida por el club.
"Hemos tenido un equipo durante varios años y un presidente que cree en esto, que nos ha dado dinero y recursos para construir una formación de primer nivel", declaró su capitana, Wendie Renard. "Las jugadoras vienen y van, pero intentamos mantener este ADN del Lyon".
Ciertamente, eso ha sido esencial en su éxito continuado.
Renard es una de las tres jugadoras que quedan del conjunto que cayó en los penaltis ante el Turbine de Potsdam en su primera final de la Champions League, allá por 2010. Las otras dos son Sarah Bouhaddi y Amandine Henry.
Con todo, el Lyon infundió una ética de trabajo que no ha cambiado en ningún momento, por lo que su nivel jamás ha decaído.
Alice Sombath, por ejemplo, se formó en el Paris Saint-Germain, que ha comenzado a invertir considerablemente en su equipo femenino en los últimos años. Aun así, afirmó que solo "se dio cuenta de lo que significaba ser profesional" cuando llegó al Lyon.
Kenza Dali, por su parte, afirma que cada día que pasó en el club ponía a prueba su calidad y compromiso.
"Cuando trabajas en el Lyon, comprendes por qué lo ganan todo", explicó la centrocampista del West Ham.
"Todos los entrenamientos son durísimos, realmente duros, entrenan muy duro. Todos los días tienes que ganarte el puesto".
Básicamente, no se afloja. Incluso en las escasas ocasiones en las que pierden, vuelven mejores que antes. Y eso es precisamente lo que aspiran a demostrar contra el Barcelona en Turín el 21 de mayo.
Como aseveró a GOAL la exdelantera de Lyon Lotta Schelin, "Ganar ya es bastante difícil, ¿pero perder y luego levantarse? Ahí se ve a los verdaderos ganadores".
"Por eso la historia del Lyon es en cierto modo perfecta".
Y también por eso es el mejor equipo de la historia de la Liga de Campeones...


