El caso de Ilaix Moriba (18 años) se está enquistando más de lo normal. La renovación del canterano, que acaba contrato en 2022, está en punto muerto, un hecho que ha provocado una decisión drástica de los máximos dirigentes del Barcelona: el futbolista no participará en la pretemporada del primer equipo hasta que no firme la prolongación con el club o al menos las posturas se acerquen y haya mayor sintonía.
Por el momento no hay acuerdo entre las partes, con lo que el centrocampista sigue sin poder ponerse a las órdenes de Ronald Koeman, quien ya le utilizó como uno más de la plantilla profesional durante el tramo final del curso pasado. Así lo dicen los datos, puesto que desde su debut, el 21 de enero en Copa ante el Cornellà, hasta mayo participó en 18 de los 28 partidos del Barcelona, acumulando 672 minutos.
El Real Madrid, de fondo según el Barcelona
Según ha podido saber Goal, desde el Camp Nou se sospecha del Real Madrid. En la entidad blaugrana creen que el conjunto blanco puede estar detrás del frenazo en la ampliación del jugador de origen guineano, algo que el entorno del mismo desmiente. No ha habido contactos, aseguran, con el Santiago Bernabéu y lo califican como "muy difícil".
En el Barcelona no quieren oír hablar de una salida gratis dentro de unos meses de Ilaix. Especialmente porque con él el Barça hizo un esfuerzo económico importante en su última renovación. En 2019 apostó por una de sus perlas y le firmó un contrato de 1 millón de euros por tres temporadas, el salario más alto de la historia del club para un chico que pasaba de Cadete a Juvenil. Después de ese empeño en mantenerle, el equipo blaugrana no quiere perderle tan fácilmente.
Próximo partido
La Superliga, otro factor
No obstante, de intentarse e incluso concretarse la operación, siempre sería yendo de cara. El trato entre Florentino Pérez y Joan Laporta es magnífico y, en plenas negociaciones y polémicas por la Superliga, el apoyo mutuo resulta esencial para la credibilidad y la viabilidad de un proyecto ni mucho menos caducado. El presidente madridista nunca se movería a espaldas del culé.