Un espejismo. Así se pueden calificar las victorias del Real Madrid ante el Deportivo (7-1) y frente al Valencia (1-4). Los blancos se volvieron a reencontrar con los fantasmas que les persiguen esta temporada y no pudieron doblegar al Levante, equipo en racha muy negativa y que lucha por eludir el descenso.
Cristiano Ronaldo, sustituido y enfadado con un cámara
Y las cosas no comenzaron mal para un Real Madrid que encaró el encuentro con actitud y sitiando el área de su rival. Marcó Ramos y parecía que el partido sería un camino de rosas para el Real Madrid. Nada más lejos de la realidad para los de Zidane.
Los blancos se fueron desdibujando y la BBC, además de no aportar en ataque tampoco ayudaba en labores defensivas. El Levante consiguió empatar en un error de la zaga blanca y a partir de ahí los de Zidane no supieron hincarle el diente al partido hasta que Isco, suplente en detrimento de los tres de arriba parecía que salía al rescate.
El de Arroyo de la Miel se vistió de héroe por enésima vez y sigue pidiendo a gritos mantenerse en el XI titular, pero esta vez no fue suficiente y Pazzini conseguiría en los últimos minutos nivelar la contienda.
Las conclusiones son claras. El Real Madrid no consigue frenar la caída, dando una de cal y otra de arena semana tras semana. Muchas cosas deben cambiar en la casa blanca si no quieren que el año -que no la temporada- termine en blanco.
Y en el horizone espera un PSG que se pasea en el campeonato francés y que afila más y más los colmillos conforme se acerca el choque del del día 14 en el Bernabéu. Muchas cosas deben cambiar en la casa blanca, porque hoy el Levante incluso se pudo llevar el encuentro en un par de contras con superioridad. Neymar, Mbappé y Cavani no tendrán el poco acierto de los delanteros granotas en el día de hoy.
