EDITORIAL
Sigue inventando y batiendo récords en cada partido que pasa. Y se lo hace todo él solo. Leo Messi volvió a decidir un igualadísimo derbi ante el Espanyol, bien plantado en el terreno de juego a partir de una novedosa línea defensiva de cinco hombres nunca vista temporada en los esquemas de Joan Francesc Ferrer Rubi, que solo el rosarino logró desarticular con dos genialidades consecutivas de las suyas que además le permiten alcanzar la victoria 334 en la Liga e igualar a Iker Casillas como jugador con más triunfos en esta competición.
Pero, suele ser habital ante el rival ciudadano, al Barcelona le tocó sufrir de lo lindo. Apenas remató a puerta en una sola ocasión en el primer tiempo, obra cómo no, de Messi. El rosarino advirtió con un tímido lanzamiento de falta que no provocó problema alguno a Diego López. Sin embargo, también el Español se encontró un muro importante cuando intentaba atacar y con las defensas como protagonistas el primer tiempo fue desintegrándose en cuanto a ocasiones de gol y emociones a flor de piel. Lo bueno estaba por llegar a pesar de que Ivan Rakitic, Luis Suárez, Gerard Piqué y hasta Clément Lenglet buscaran sin éxito el gol.
Ernesto Valverde no quiso especular con el resultado y puso a más delanteros. Malcom Silva se estrenó con un remate cruzado y Rakitic, impotente ante el entramado defensivo perico, volvió a probar el disparo desde la distancia. Qué diantres, si hasta Philippe Coutinho se sintió con fuerzas para probar suerte, pero su remate se fue a la grada. Acabó siendo el propio Messi quien le arrancaría una falta a la defensa del Espanyol, que hasta entonces había intentado evitar derribar al rosarino en la frontal del área para no concederle tiros francos, y resultaría fatídica.
Messi se inventó un delicioso globo inesperado por toda la zaga blanquiazul y que acabó forzando el error de Víctor Sánchez, que acabó ayudando al balón de Messi, brillante en la idea aunque no tanto en la ejecución, para que besara el fondo de la red de Diego López. El propio Messi aprovecharía una asistencia de Malcom para establecer el 2 a 0 definitivo y asegurarse la undécima victoria liguera consecutiva en un derbi y aupar a un Barcelona que empieza a acariciar la Liga. El rosarino sigue con molestias, sí. Lo confirmó el propio Valverde durante la previa. Para molestias, no obstante, las que el rosarino le sigue generando al Espanyol y a cualquiera.




