Saltó al césped unos minutos antes de lo previsto. Rey Manaj se estiró en el suelo y pidió el cambio antes del descanso, momento que aprovechó Ronald Koeman para hacer debutar a un Memphis Depay que debía haber saltado al césped en el segundo tiempo. Con solamente salir a calentar a la banda, el neerlandés ya hizo enloquecer a los casi 3.000 espectadores presentes en el Estadi Johan Cruyff. Tiene un aura que brilla. Dentro y fuera del campo. Se nota que es un futbolista diferente. Su manera de andar, de echarse a correr, de pisar el pasto de un campo de fútbol y, sobre todo, de controlar el balón, le delata. Es un futbolista distinto al resto.
Su debut ante el Girona no defraudó.Sus dos primeras jugadas ya levantaron el público de sus asientos. Regate seco en la derecha y disparo fuerta a portería, su primera acción. La segunda, una carrera por la derecha en la que ningún jugador del Girona lo pudo parar. En esas que llegó el descanso. Fueron solamente cinco minutos, pero los suficientes para que a los socios y aficionados al Barça les quedara el gusanillo de ver más tiempo a Memphis. Koeman lo supo y le dejó jugar toda la segunda mitad. "Fueron más minutos de lo que estaba planificado", dijo el técnico azulgrana.
Empezó en el centro, como nueve y con el '9' a la espalda. Todos los futbolistas del primer equipo repitieron el dorsal de la temporada pasada. Riqui el 12, Pjanic el 8, Griezmann el 7. El nuevo decidió usar el número del 'killer', el de Martin Braithwaite. Y allí disputó sus primeros minutos como jugador del Barça. Se sintió cómodo, generó peligro y buscó portería cada vez que recibió dentro del área. Pero Memphis Depay no solo es un delantero centro. En el 60, Griezmann y Collado saltaron al césped y el neerlandés pasó a la banda izquierda.
Allí, partiendo desde la línea de cal y yendo hacia dentro, Memphis ya había sido un jugador determinante en sus primeros años en el fútbol de élite. Sobre todo con la camiseta del PSV Eindhoven, donde brilló antes de que el Manchester United apostara por él con tan solo 21 años. "Es importante porque en las posiciones de arriba hay que tener competencia", explicó Koeman al terminar. Para llevar cuatro entrenos se entendió bien con Griezmann, con el que intercambiaron las posiciones solo con mirarse. Se pasaron el balón, se buscaron dentro del área e, incluso, el francés le cedió el lanzamiento de un penalti provocado por el internacional galo. Memphis no falló. Disparo potente a la escuadra. Fue un buen debut y nos quedamos con ganas de más. El próximo partido, el sábado 31 de agosto, ante el Stuttgart.
