Queridos fans y entusiastas del fútbol
Estamos a sólo unos días de Navidad y es importante para mí explicar lo que significa para la gran familia del PSG. En nuestro vestidor tenemos grandes jugadores y grandes personalidades, pero primero que nada ellos son buenas personas, con quienes reímos y jugamos, en el campo, en el entrenamiento y también fuera del fútbol.
Pueden verlo en los vídeos del club, en nuestras redes sociales e incluso durante nuestro días en Disneyland Paris. Pasamos buenos momentos juntos. Los aprovechamos al máximo porque el equipo realmente es nuestra familia, A veces pasamos más tiempo con nuestros compañeros que con nuestras verdaderas familias debido a los partidos, los viajes, estar en hoteles y campos de entrenamiento. Si no tuviéramos esta gran relación entre nosotros las cosas no funcionarían muy bien.
Sabemos que tendremos buenos momentos pero también algunos difíciles. Con amistad y unidad, sabemos que podemos vencer cualquier cosa juntos. Las dos derrotas ante Estrasburgo y Bayern fueron tiempos difíciles. Después de esos juegos mantuvimos la calma, sabíamos por qué perdimos esos partidos, trabajamos mucho en el entrenamiento y hablamos entre nosotros.
A veces las victorias pueden ocultar cosas que las derrotas pueden permitirle ver. Y vimos cómo podríamos mejorar, qué podríamos hacer de manera diferente en el campo. Esos fueron dos accidentes, pero nos mantuvieron a raya, nos obligaron a estar más concentrados y a trabajar más duro.
En el corazón de esta familia de PSG, me siento cómodo con todos. Intento hablar con los jugadores franceses, los alemanes, los argentinos y siempre voy con los demás. Algunos jugadores son más reservados, otros son siempre sociales. Es fácil para mí ir con mis compañeros de equipo para hablar o bromear, incluso en tiempos difíciles. Siempre he tratado de ser positivo con los demás.
Hoy tengo el honor y el placer de ser el tercer capitán del equipo, lo cual es un paso adelante para mí. Vine aquí cuando era muy joven y estoy contento con la forma en que me he desarrollado aquí. Mi estatus obviamente ha cambiado. Entre mis compañeros de equipo, Lucas es un amigo leal, un hermano, que fue muy amable conmigo cuando llegué. Vemos su situación y sabemos que es alguien que necesita jugar, estar en el campo para estar satisfecho y feliz con su vida. Él es alguien muy cercano a mí.
Es fácil dirigir y hablar con los chicos que juegan. Por otro lado, son los que juegan menos, los que tienen menos posibilidades de mostrar lo que pueden hacer, los que necesitan ayuda, los que necesitan que les hablen y mantener alta su autoestima para el equipo. Necesitamos a todos durante una temporada, debido a lesiones y suspensiones. Necesitaremos 20, 22 o 23 jugadores. Por eso, cuando veo a un jugador triste porque no juega mucho, voy con él y escucho un poco, a veces ni siquiera necesitas hablar. Es un trabajo que debe hacerse para formar un escuadrón unido y una familia fuerte.
La temporada de fiestas está por llegar y muchas personas la pasarán con sus familias. Si comparamos al PSG con una familia, diría que el padre sería nuestro capitán, Thiago Silva. El abuelo sería Thiago Motta. El hermano mayor, que es sabio y da buenos consejos, soy yo. Y, en cuanto a los pequeños hermanos bulliciosos, creo que hay tres: Marco Verratti, Kylian Mbappe y Presnel Kimpembe. ¡Siempre se están moviendo!
Y la familia del PSG esta creciendo. París es la capital del amor y creo que pronto tendremos una guardería, pero tenemos que preguntar al director deportivo Antero Henrique y Maxwell si es posible.
Pasen unas felices fiestas y hablaré con ustedes el próximo mes.
Marquinhos