Marcelino García Toral ha escrito con letras de oro su nombre en la del Athletic Club. El técnico asturiano se ha convertido en el segundo entrenador que logra levantar un título con el conjuto de Bilbao en el Siglo XXI y, además, lo ha conseguido sólo 14 días después de llegar al cargo del club vasco.
Los leones vencieron contra pronóstico a Real Madrid y Barcelona en semifinales y la final para proclamarse como campeones en un torneo en el que, a priori, llegaban como el rival más débil. Los pronósticos están para romperlos y Marcelino los ha roto con el Athletic, al que en poco más de dos semanas le ha devuelto la garra, el corazón, la presión adelantada y hasta la fortaleza a balón parado.
El técnico no sólo ha dado un empujón moral a su grupo, también ha sabido potenciar las aptitudes futbolísticas de su equipo para vencer en sólo cuatro días a los dos colosos del fútbol español y tuvo la humildad de acordarse de Gaizka Garitano, Mikel San José y Aritz Aduriz: "El mérito es de los jugadores. El año pasado con su trabajo merecieron estar aquí y luego ganaron dos partidos: al Real Madrid y al Barcelona. Es mayúsculo su éxito. Me quiero acordar de San José, de Aduriz y de otros jugadores del año pasado y del cuerpo técnico que estuvo y que nos dio esta opción".
Por si fuera poco, Marcelino no sólo ha empezado de la mejor forma posible su aventura en el Athletic Club sino que ha saldado su cuenta pendiente con la Supercopa de España. El asturiano se ganó pelear por el trofeo el curso pasado con el Valencia pero su destitución no se lo permitió y ahora ha saldado esa cuenta que le debía el destino.
Además, Sevilla, una plaza que se le resistió cuando fue entrenador en el Ramón Sánchez-Pizjuán, se ha convertido en una ciudad talismán en la que ya conquistó la Copa del Rey de 2019 con el Valencia también venciendo al Barcelona en la final el Benito Villamarín y ahora le ha tocado repetir éxito en La Cartuja, un estadio que felizmente vuelve a respirar el sabor del fútbol aunque sea sin público.
