El 12 de enero de 2020, el Barcelona anunciaba una de las peores noticias de la temporada. Luis Suárez estaría cuatro meses de baja tras decidir, en una decisión que no gustó en el club, pasar por el quirófano para poner punto y final a sus dolencias en la rodilla.
El estilete ofensivo del equipo y el mejor socio de Leo Messi decía adiós a la temporada y las opciones de título se reducían sin su presencia, y todavía más con la posterior recaída de Ousmane Dembélé. No obstante, la vida y el fútbol han querido darle al uruguayo una segunda oportunidad, si bien ha llegado por la causa más inesperada. El coronavirus sacudió a todo el mundo y la competición futbolística se paralizó sine die.
El parón le dio a Suárez el tiempo necesario para continuar su recuperación y, a día de hoy, está en condiciones de volver ya con el equipo. Si bien deberá empezar con trabajo de readaptación específico, no tardará en unirse a sus compañeros en los entrenamientos colectivos que dirija Quique Setién. Teniendo en cuenta que el Barcelona necesitará, según el protocolo de La Liga, cuatro semanas de entrenamientos antes de volver a competir, Suárez tendrá tiempo suficiente para llevar a cabo esta puesta a punto.
Será también entonces cuando pueda recibir el alta médica, ya que ahora es imposible al no poder desplazarse a la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí a someterse a las pruebas pertinentes. El primer partido que el Barcelona deberá jugar será en Balaídos contra el Celta y Suárez está convencido de que estará en el equipo.