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No usar Bar Conejo Luis RiojaLuis Rioja

Luis Rioja, del Bar Conejo al Camp Nou: "Messi ganaría todas las estrellas Michelín"

¿Se puede pasar de camarero a futbolista profesional de la noche a la mañana? Se puede. Fue muy extraño el gol que Luis Jesús Rioja González (Las Cabezas de San Juan, Sevilla; 1993) le marcó al Barcelona para el Alavés en la primera vuelta de LaLiga (1-1). Llegó por un grosero error entre Piqué y Neto, uno de esos accidentes que no se ven a menudo. Fue un gol muy poco habitual, pero cosas más raras se han visto en el fútbol. Como la historia del propio Rioja, que en un abrir y cerrar de ojos pasó del 'Bar Conejo' al Real Madrid 'C'. El '11' del 'Glorioso', que en pocas horas pisará el césped del Camp Nou, atiende a Goal en una distendida charla para repasar su particular trayectoria.

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Una trayectoria que comenzó en el equipo de su pueblo, el CD Cabecense, y que continuó en el Real Madrid 'C' cuando ya tenía 19 años.No existió cantera para un Rioja que cambió la capital española por el Celta "B", llegando incluso a ser convocado por Eduardo Berizzo en 2015 para hacer la pretemporada con el primer equipo de un conjunto gallego con el que finalmente no llegaría a estrenarse en Primera. El cabeceño ficharía más tarde por el Marbella (Segunda B), club del que guarda excelentes recuerdos pero con el que pasó "el peor día de mi vida como futbolista". En 2018 daría otro salto en su carrera llegando a la UD Almería, donde debutaría en la Liga 123. Un año después, cumpliría el increíble sueño de jugar en Primera. Le abría las puertas el DeportivoAlavés tras abonar los 2 millones de euros que valía su cláusula. 

Tu historia es distinta a la de la mayoría. ¿Cómo se pasa de ser camarero en un bar, a futbolista profesional? Te ha tenido que pasar algo muy extraño. 

Es un salto bastante complicado. Es cierto que me llegó la noticia y no fue tan impactante porque llevaba un seguimiento de varios clubes, de varios meses. Cuando te enteras que es el Madrid, al principio no te lo crees. Llevaba tres años y medio trabajando de camarero, era mi vida. Jugaba porque sinceramente era mi hobbie, me apasionaba, me gustaba. Empecé a trabajar de camarero a los 16, y sobre los 19 llegó el Real Madrid. Estaba en el club del pueblo, haciendo una buena campaña, me sentía bien en el equipo, aunque me costó un poquito entrar. El juego lo iniciábamos por las bandas, que eran muy buenas. La gente me cuidaba mucho porque era muy joven, y desde muy temprano empezaron a seguirme equipos como el Recreativo, que era de Segunda, el Xerez, que también era de Segunda. Pasaba el tiempo y venían más equipos de filiales de Primera División. Pedían acreditaciones para verme en el campo. Y no sé por qué, pero es algo que me ha motivado. Al contrario que a otros chicos, cuando tú les dices que van equipos a verles se pueden venir un poco abajo por el nerviosismo. A mí me pasó al revés: jugué el mejor partido del año cuando supe que venía el Madrid a verme. A partir de ahí, el seguimiento fue más intenso y en varias semanas tenía un acuerdo cerrado con ellos. 

A esa edad, cualquiera pensaría que el tren ya pasó. ¿Cómo has hecho para no dejar de perseguir tu sueño? ¿Qué consejo podrías darle a los jóvenes que dejan de creer? 

Sobre todo, que disfruten. Cuando iba a entrenar, muchas veces llegaba después de 10, 12 horas de trabajo y era muy duro. Había muchos compañeros que, con 30 años, hacían lo mismo que yo. Trabajaban en sus respectivos trabajos y llegaban con la misma ilusión, sonreían, tenían una familia. ¿Por qué no lo iba a hacer yo, con 16, 17 o 18 años? Tenía que disfrutar, dentro de que al final es un esfuerzo y un sacrificio. Tengo que darle las gracias al que entonces era mi jefe, que me sustituía y me daba la posibilidad de jugar los domingos. Me permitía estar esas 3, 4, 5 horas fuera. El consejo para los niños es que nunca se rindan. Yo nunca estuve en un filial, siempre estuve en el equipo de mi barrio. Muchos chicos cuando son pequeños se suelen venir abajo si no están en un filial, pero no pasa nada. Nunca sabes cuándo puede llegarte la oportunidad, tu momento. Cuando menos lo esperas, ahí está. No tienes por qué llegar desde joven y tener una carrera, o tener todo un aprendizaje en un filial. Yo lo tuve en un equipo de pueblo, un equipo de barrio. A mí me llegó la oportunidad a los 19 años, pero eso sí: hay que saber aprovecharlo.

En lo futbolístico, ¿qué diferencia hay entre el jugador que pasó por un filial y otro que no?

Al final eso está en la persona. El que tuvo un aprendizaje, el que ha tenido unos profesores que pueden estar más preparados, si coge esos conceptos y los aprende de verdad puede ser una nota muy positiva. Pero, al final, tienes que intensificar esos años que llevas de retraso y mecanizarlos bien, aprovecharlos para no ir de un club a otro, y a otro. Al final nunca tienes la posibilidad de competir, si no. 

Entiendo que la presión que tienes como futbolista es completamente diferente a la que tenías en el bar. ¿Era más sencillo ser camarero, donde nadie te juzgaba y no tenías exposición? 

Depende la manera que tengas de pensar. Mi manera de pensar fue: 'Soy camarero, no voy a perder nada. Si lo hago bien, tengo mucho que ganar y un futuro por delante. Si lo hago mal, me quedo como estoy'. No tenía manera de ir a peor. O seguía siendo camarero, o era futbolista. Y eso me hacía crecer. Yo veo cómo mi padre, mi hermano, son trabajadores de toda la vida, como el 90% de la población española. Y yo decía que yo quería vivir del fútbol, que ese era mi momento e intentaba aprovecharlo. Lo intentaba todo, y esa insistencia la ven los ojeadores. Ciertos movimientos, darle algo que tú sepas que a ellos les gusta. Al final tú sabes que puedes tener esa oportunidad. Cuando vino a verme el Real Madrid, sabes perfectamente que si en ese partido la lías o en ese partido eres un desastre, sabes en un 90% que no vendrán a verte nunca más porque hay otros cuatro millones de chavales que quieren estar en tu situación. Entonces tienes que aprovechar ese día al máximo. La verdad que a mí me salió bien, al igual que hubiese intentado 35 regates y no me sale ninguno. Ellos, más allá de que te salgan los regates, ven a un chico que intenta destacar, que se atreve, que tiene descaro. Ese día tuve la suerte de hacerlo bien y eso es la nota positiva.   

¿Qué cosas en común tiene tu trabajo anterior de camarero con el actual de futbolista?

La responsabilidad. Ahora tienes que ser más responsable, no solo por el hecho de ser futbolista. Yo soy de pueblo y sé que muchos chicos del pueblo me siguen. No puedes darles nada negativo. Los chicos son esponja, cogen cada detalle que tú les puedas dar. En el bar igual: no puedes hacer ningún gesto feo porque pierdes el cliente. Si pierdes ese cliente, pierdes también el 'boca a boca' que ese cliente hace, que es eso es muy malo para cualquier negocio. Tienes que tener esa responsabilidad de tener la mente fría para pensar en ese momento qué es lo correcto, más allá de que pienses diferente. Eso es lo que más se asemeja un trabajo a otro.  

No usar Bar Conejo Luis RiojaLuis Rioja

El 16 de octubre de 2004 cumplías 11 años, un día histórico para el fútbol mundial. Ese día debutó Messi con la camiseta del Barcelona. ¿Qué tiene de diferente enfrentar al Barcelona de Messi?

Pues que está Messi. Al final es muy simple: el simple hecho de que está él. Soy un friki del fútbol, te lo tengo que decir. Veo vídeos, cada liga que puedo. España, por supuesto, la veo toda. Y sinceramente te digo que no va a nacer nadie como él. Para mí es el Dios del fútbol. Es inigualable. Lo que hace sobre el campo, y ya no sólo lo que hace, sino lo que genera, no se va a ver nunca más. No sólo cuando tiene el balón, sino también cuando no lo tiene. Creo que todos los equipos están pendientes a él. Con un solo toque de balón tiene a tres, cuatro rivales pendientes de él, y esos tres, cuatro rivales dejan estar pendientes de sus compañeros, que tienen espacio y tiempo para encarar y tener la posibilidad de gol. Futbolísticamente, es lo más grande. No tengo palabras para describir a Messi, creo que nadie las debería de tener, sinceramente.    

¿Cómo se hace para ser el Messi de los camareros? ¿Qué premios ganaría?

A Messi, si lo comparamos como camarero, no sé. Pero como restauración creo que sería como una estrella Michelín. Creo que tendría todas las estrellas Michelin, se las tendrían que dar todas a él. Y poner todas las estrellas Michelín en su restaurante. Se asemeja un poquito más a la comida de un restaurante, que es lo que le da un poquito de 'caché' a cada restaurante.

El partido le cae al Barcelona entre la semifinal de Copa y los octavos de Champions. No sería raro que Messi y otros titulares descansen. ¿Cómo afecta eso en tu motivación para estos partidos tan importantes?¿Prefieres que saquen a los mejores?

Al final siempre se dice que cuando se saca el equipo alternativo, el rival tiene más posibilidades de hacerle daño. Pero esos jugadores tienen que tener ganas y hambre de reivindicarse. De decir 'puedes contar conmigo', de demostrar que en vez de estar para 15 o 30 minutos, pueden estar para un partido completo. La motivación de un Alavés que se enfrenta al Barcelona debe ser la misma: intentar hacerle daño. Contra el Betis había muchos que no estaban y, cuando entraron, ganaron el partido. Al final tú sabes que aunque no estén presentes, van a estar. La motivación nuestra debe ser la misma, esté quién esté enfrente. Claro que es mucho más bonito ver a Leo Messi con el '10' que a cualquier otro jugador, ya no sólo del Barcelona, sino del mundo.    

Luis Rioja Alaves Barcelona LaLigaGetty Images

Llevas un gol y una asistencia en la temporada, al Barcelona y al Eibar respectivamente. Tienes algo contra los azulugrana, ¿qué hay que esperar de ti el sábado? 

Se tiene que esperar, en el caso de jugar, esfuerzo y sacrificio. Es muy bonito marcar y dar asistencias, pero lo primero que tiene que tener un futbolista es implicación, carácter, entrega. A partir de ahí, ayudar al equipo y que marque o asista el que lo tenga que hacer. Si uno le aporta todo eso, el equipo crecerá seguramente. 

¿Qué debe hacer el Alavés y qué no debe hacer para volver a puntuar contra el Barcelona?

Tenemos que minimizar errores. No tenemos que conceder nada al Barça, no hay que darle facilidades. Y maximizar nuestras virtudes, aprovechar sus errores para ponerlos en apuros. Y que no sea el 'monólogo' que suele hacer el Barcelona en los partidos. Que tengan que preocuparse también de defender, de cubrirse las espaldas. A partir de ahí, crecer para complicarles el partido. 

Llegó Iñigo Córdoba, ¿cuánto te ayuda la competencia y cómo afrontas la llegada de alguien en tu misma posición?

Le dará mucho nivel al equipo y competitividad en la banda izquierda. Es muy parecido a mí en cuanto a características y perfil. Juegue yo o juegue él, el equipo no notará mucho la diferencia porque tiene bastante nivel. Le vendrá muy bien al equipo, para apretarme a mí, para apretarnos mutuamente y para que entre los dos, por ese sector del campo, hagamos creer al Alavés y seamos más competitivos. 

Has hablado en alguna entrevista de rozar las metas, de perseguir la zanahoria. ¿Cuál es la tuya ahora mismo a nivel personal?

El personal es mantenerme el máximo de años en Primera. Debe ser la meta de un futbolista: optimizar mis esfuerzos, estar bien físicamente, estar en forma, estar en un buen nivel competitivo y ayudar a los equipos en los que esté. Ayudarlos a mantener los objetivos que se planteen al principio de la temporada. 

Imagino que tu ilusión podría ser jugar en alguno de los grandes...

No. Ya lo he dicho alguna vez. Nunca soñé con jugar en el Barça, en el Madrid o en el Atleti. Evidentemente, si te llaman tienen que ir. Al final, en España es lo máximo que puede tocar un futbolista. Pero de pequeño siempre soñé con jugar en el Benito Villamarín, soñé con jugar en el Betis. 

2019-20 Luis Rioja Alavés Betis LaLigaGetty Images

¿Cuál fue tu mejor y tu peor día como futbolista profesional y por qué?

Mi mejor día como futbolista fue contra el Barcelona. Más allá del gol, por el momento en el que llega. Era un momento especial y bonito para la familia, ya que estaba pasando un momento bastante trágico y bastante duro (NdR: días atrás, su prima había fallecido con sólo 23 años). Fue una motivación. El momento, más que bonito fue especial y emocionante. Es mi mejor día como futbolista debido a eso.

El peor día como futbolista fue un Playoff de ascenso a Segunda A con el Marbella. Definición por penaltis, tiramos 10 penaltis y el último lo tiré yo y fallé. Fue bastante trágico porque habíamos hecho un temporadón. El equipo merecía el ascenso, porque era de los clubes más humildes de la categoría, habíamos mantenido el liderato durante muchísimo tiempo. 

Eres el segundo futbolista de tu pueblo que llega a Primera. El primero fue Carlos Marchena, que da nombre al estadio del Cabecense, el equipo de tu pueblo. Una grada, un vestuario... ¿a qué te gustaría que le diera nombre Luis Rioja?

No habría que darle nombre a nada. Me conformo con tener el reconocimiento que tengo de mi pueblo, me conformo con la estima que me tiene el pueblo. Que me trate como me trata. Creo que soy bastante querido en el pueblo, los niños están siempre detrás mío, intentando sacarme una sonrisa y evidentemente siempre me la sacan. Ese amor mutuo que tenemos con Cabezas de San Juan es lo que más me llena, más que darle un nombre a algo. Me conformo con que los 'peques' agradezcan el pararte con ellos y el ser tan cercano. Es lo que mejor me puede dar mi pueblo. 

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