Boca River Formaciones 2018Getty Images

Los pronósticos para la final entre Boca y River: ¿quién se quedará con la Copa Libertadores?

Boca o River. River o Boca. Por primera vez en la historia, un Superclásico definirá la Copa Libertadores y, como tal, no habrá favoritos. Sin embargo, en Goal nos animamos a pronosticar cómo podría darse la final y, por qué no, quién será el campeón de América.

Todo sobre la final de la Copa Libertadores 2018

GERMÁN BOERO, CORRESPONSAL DE BOCA: BOCA 49% - RIVER 51%

Nunca un partido de esta envergadura estuvo tan parejo. El Xeneize llega con la confianza de haberse clasificado dos veces seguidas en Brasil y de haber encontrado un sistema de juego que se adapta para lograr lo mejor que puede hacer con lo mejor que tiene. El Millonario, sin embargo, tiene un estilo mucho más definido de la mano de un técnico que trabaja hace cuatro años en el club y que ya conoce a la perfección cómo jugar este tipo de partidos. Además, definirá de local, lo que también será una ventaja luego del empate de la ida.

LUCAS BERTELLOTTI, EDITOR DE GOAL EN ESPAÑOL: BOCA 45% - RIVER 55%

Es imposible darle más que este porcentaje a cualquiera de los dos: porque es un Boca-River, por un lado, y porque es la final de la Copa Libertadores, por otro. Más allá de esa evidente paridad, el equipo de Gallardo está un escalón por encima. Primero, porque tiene un XI superior en el uno a uno a Boca. Segundo, porque este grupo de jugadores cuenta con más espalda, se mueve relajado ante una situación así. Por último, cuenta con Marcelo Gallardo que, hasta ahora, casi nunca falló en situaciones importantes como esta.

El artículo sigue a continuación

JULIÁN IGLESIAS, REDACTOR DE GOAL EN ESPAÑOL: BOCA 50% - RIVER 50%

Sin caer en la gastada frase que reza que "es un clásico y no importa cómo llega cada uno", desde lo futbolístico es difícil justificar un favoritismo para cualquiera de los dos equipos. Si bien es cierto que hace dos meses se enfrentaron y River ganó con claridad, este Boca no debe compararse con aquel. Porque muchas individualidades levantaron considerablemente su nivel, porque Darío Benedetto está de vuelta y porque, hasta aquí, en los mano a mano de la Copa Libertadores, el Xeneize mostró un aplomo que no se le conocía. Del otro lado, un plantel acostumbrado a las instancias decisivas y un entrenador que lee los partidos mejor que cualquier otro en el medio local vuelven esta final muy atractiva para mirar, más allá de lo que representa por el simple hecho de ser un Superclásico.

DANIEL GABIN, EDITOR DE GOAL EN ESPAÑOL PARA LATINOAMÉRICA: BOCA 45% - RIVER 55%

El presente en alza de Boca, su poderío ofensivo y sus ganas de revancha vs. La mística reciente de River, su personalidad para los mano a mano y un DT insaciable. Saben los dos equipos más poderosos de la Argentina que serán los detalles los que definan esta final. No hay partido de local ni de visitante que influya tanto como si se tratase de un cruce entre clubes de diferentes países. El que esté más concentrado y cometa menos errores; el que maneje mejor la inconsciencia y se anime a jugar; el que no pierda el control ante una situación adversa; el que tenga más suerte. Ese ganará la Copa.    

IGNACIO ARIAS, SUBEDITOR DE GOAL EN ESPAÑOL: BOCA 51% - RIVER 49%

Más allá de cómo llega cada uno en lo futbolístico, de los momentos que atraviesan ambos a nivel colectivo e individual y del impulso que puede haber significado para el equipo de Gallardo haberse clasificado a la final de la manera en que lo logró, el Xeneize tiene un factor clave a su favor que puede darle ese plus necesario de motivación para quedarse con una final que se prevé parejísima: sed de revancha. Aunque enfrente tendrá a un River que ya demostró en más de una oportunidad estar capacitado para esta clase de desafíos, Boca está ante la chance histórica de ganar una final única que le permitiría dejar atrás todos los tropiezos sufridos ante el Millonario en los últimos cuatro años. Más que nunca, este Superclásico se definirá en los detalles.

MICAELA CANNATARO, CORRESPONSAL DE RIVER: BOCA 45% - RIVER 55%

El presente futbolístico y cómo llega cada uno podrían ser factores determinantes en cualquier otra final. Sin embargo, en un Superclásico que define al campeón de la Copa Libertadores, esto no logrará torcer la balanza. Tanto River como Boca llegaron merecidamente a esta Superfinal, con buenos partidos, con otros regulares y, a veces, con algo de fortuna. Los dos tienen jugadores experimentados, jugadores talentosos y técnicos inteligentes que lograron una comunión fuerte con sus dirigidos. Pero River tiene algunas pequeñas ventajas: en un duelo tan peleado, tener un arquero de esos que con una atajada te salva el partido se vuelve algo fundamental. Y el Millonario cuenta con el mejor del país. Por otra parte, haber sido campeón de América en 2015 y haber vencido al Xeneize en la Supercopa también puede favorecer a River. Y es que los de Gallardo no cargan con la presión que sí tiene Boca, que levantó la Copa por última vez hace 11 años y que está obligado a tomarse revancha de lo que pasó en Mendoza. River no cuenta con ese peso y, en una final semejante, jugar sin tanta carga puede ser el plus para volver a festejar. Un triunfo no llama a otro triunfo por arte de magia, si no que se construye, y el Millonario construyó la tranquilidad con la que hoy sale a jugar todos los partidos, también los que pueden marcar su historia. El porcentaje a favor del Millonario es, igualmente, muy pequeño: los clásicos son realmente partidos parejos y en una final de Libertadores, más.

JUAN DAVID LONDOÑO, REDACTOR DE GOAL COLOMBIA: BOCA 50% - RIVER 50%.

En Colombia la final se hace especial por el protagonismo de los jugadores colombianos en cada uno de los equipos y ahí suele pesar más el corazón que la razón. Son innegables dos cosas en cada bando: la mística copera de Boca, más allá de la intermitencia  y el momento dulce de River, con Gallardo a la cabeza. Boca siempre ha tenido el fuego sagrado para las Copas, River se está reencontrando y muy bien con esa capacidad. Y además tiene a Armani. Será una lucha tan titánica como pareja, con cuidados al extremo y creería que con definición por penales. El corazón dice Boca, la razón dice River.

CARLA BERNUCCI, REDACTORA DE GOAL CHILE: BOCA 51% - RIVER 49%.

Pese a que no habrá participación chilena en la definición, excluyendo a los árbitros que serán comandados por Roberto Tobar, este tipo de partidos siempre generan un toque especial por los pasos de Marcelo Salas (1996-98 y 2003-05) y de Alexis Sánchez por River, entre 2007 y 2008, o por el recuerdo que dejó Gary Medel en Boca, en 2009-10 (Ivo Basay, José Pedro Fuenzalida, Cristián Alvarez o Manuel Pellegrini, son algunos de los otros nombres propios que saltan a colación). Más aún si se trata del primer Superclásico en una final y la última vez que ésta se juegue a ida y vuelta. En este tipo de partidos es complicado apuntar un favorito, aunque es el Millonario quien llega con una mejor dinámica. Además, fue líder del Grupo D y en semifinales eliminó a Gremio, el último campeón. Sin embargo, y pese a que Boca tiene un uno a uno inferior al equipo de Gallardo, viene en alza y en la ida demostró que tiene con qué. También su bagaje histórico y el momento de Darío Benedetto. Igualar a Independiente como el club con más campeonatos será el gran aliciente de Barros Schelotto para lograr la séptima como broche de oro en la casa de su archirrival.

JUAN FELIPE MONCADA, EDITOR DE GOAL EN ESPAÑOL, COLOMBIA: BOCA 55% - RIVER 45%

Más allá del leve favoritismo con el que llega River, que pasa por un gran momento de varias de sus luminarias y de contar con el que, por lejos, es el mejor arquero de la Copa, no se puede obviar el alto porcentaje de suerte que le acompañó durante la definición de su llave semifinal, donde estuvo por fuera durante el 90% del tiempo. Boca, por su parte, no ha tenido un camino más sencillo que el de River, pero ha sabido resolver sus enfrentamientos gracias a la mística con la que salta al campo en cada enfrentamiento, la entrega absoluta de sus jugadores y un planteamiento técnico en el que, sobre los papeles a Guillermo Barros Schelotto se le dan mejor las cosas que a su colega y rival Marcelo Gallardo. En una serie que se definirá en gran medida por la garra y espíritu de los 22 en contienda, Boca  parece ser un equipo más entero, con vínculos más fuertes, dentro y fuera del vestuario, lo que le da un plus sobre un River que, por momentos, parece romperse cuando las cosas no marchan bien. 

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