EDITORIAL
El Barcelona ya está listo para acudir al mercado. Lo hará con un presupuesto de sesenta millones de euros más lo que pueda ingresar en ventas de jugadores. El objetivo es el de fortalecer el once titular para permitir que los goles de la MSN vuelvan a traducirse en forma de títulos. Para ello, la secretaría técnica tiene como prioridad reforzar la defensa casi al completo e incorporar a un centrocampista de calidad contrastada que consiga ser un relevo de garantías para Andrés Iniesta.
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Pero el club no ha movido ficha todavía, pendiente como ha estado de amarrar el sucesor de Luis Enrique Martínez en el banquillo. Al elegido lo conoceremos el próximo lunes aunque todo apunta a que será Ernesto Valverde, que ya ha renunciado al banquillo del Athletic Club. Su prioridad será reformar el equipo a partir de la defensa y de la media pero debe apresurarse porque algunas de las piezas más cotizadas del mercado ya están resolviendo su futuro.
Sin ir más lejos, Bernardo Silva ya le ha dado el sí al Manchester City de Pep Guardiola. El portugués formaba parte de la lista de futuribles que maneja el secretario técnico, Robert Fernàndez, para recuperar la hegemonía en la zona ancha después de que Marco Verratti adelantara hace pocos días que quiere quedarse en el PSG y que Thiago Alcáncara y Philippe Coutinho firmaran su renovación. De todas formas, el debate estuvo abierto en el seno barcelonista, que prefiere a un centrocampista de control del estilo que presenta el del Bayern a la magia que ofrece el del Liverpool.
Así, el Barcelona se fija ahora en Ander Herrera, que está pendiente de ampliar su contrato con el Manchester United de José Mourinho. En la recámara se mantienen los sevillistas Vitolo y Steven Nzonzi, pues también urge alguien capaz de reemplazar a Sergio Busquets, aunque este rol probablemente recaiga en Sergi Roberto la próxima temporada, quien regresará a la media tras un año como lateral derecho.
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Precisamente esta posición también presenta urgencias. Ya las presentaba hace un año cuando Dani Alves se fue a la Juventus. El Barcelona sigue pensando que no hay nadie mejor que Héctor Bellerín para esta posición pero repatriar al de Calella de la Costa no será fácil ni barato. De momento, su representante confirmaba hace pocos días en Goal que el club azulgrana todavía no le ha llamado pero el propio jugador ya ha manifestado que quiere continuar. En la recámara están Djibril Sidibé, Fabinho Tavares y Mariano Ferreira. Habrá culebrón.
Pero ojo que no será el único porque también el eje de la zaga tiene necesidades. Especialmente después del bajón que Javier Mascherano ha protagonizado esta temporada y del cantado adiós de Jérémy Mathieu. El Barcelona busca por lo menos un central pero intentará traer a dos. De momento negocia con el colombiano Davinson Sánchez, del Ajax, que ya interesó la pasada temporada y espera poder amarrar otro defensa aunque futbolistas como Íñigo Martínez, por quien el Barcelona también ha preguntado, se antojan como demasiado caros.
Además el club pretende reforzar el ataque recuperando a Gerard Deulofeu, que finalmente ha explotado en el Milan después de que Luis Enrique le cerrara las puertas del primer equipo en los tres veranos que le probó. Sin embargo, reforzar el ataque no es algo fundamental y a pesar de controlar a futbolistas como Thomas Lemar y Ousmane Démbélé, la obsesión es recuperar a la antigua 'perla' de la Masía. De nuevo, las arcas comprometen cualquier movimiento.
¿Por qué el Barcelona quiere fichar a Davinson Sánchez?
Este es el quid de la questión. ¿Cómo renovar un equipo con tres o cuatro jugadores que aspiren a ser titulares con apenas sesenta millones en un mercado que este verano se antoja más caro de lo habitual? Es la mayor dificultad de un Barcelona que empieza a tener enfocados sus grandes objetivos pero que no tiene nada claro poder lograr vestirles de azulgrana a todos. Será un verano muy largo para el barcelonismo.
