El Club Deportivo Leganés ha conseguido cortar de raíz una racha de cuatro jornadas sin ganar en el campeonato doméstico al vencer por la mínima al Deportivo Alavés (1-0) en Butarque por medio de un solitario gol en la primera parte del delantero marroquí Youssef En-Nesyri, que priva a Abelardo y al ‘Glorioso’ de la oportunidad de acostarse como momentáneo líder de LaLiga.
La aspereza con la que se emplearon ambos equipos durante buena parte del partido, con faltas tácticas en la zona media que cortaban la continuidad natural del juego, deslucieron un partido repleto de pequeños e interesantes detalles. Y es que Pellegrino ha acabado por dar con la tecla que corta la sangría de goles que el Leganés había encajado en las primeras fechas ligueras, con un sistema ya pulido de tres centrales que permiten a sus laterales, Nyom y Jonathan Silva en la noche de hoy, incorporarse progresivamente al ataque.
No encontró Abelardo la manera de dar respuesta y frenar esas subidas, neutralizando a dos jugadores cuya única misión no era otra que colgarla al punto de penalti. Los pepineros son una especie de cadena de montaje cuyas piezas funcionan a la perfección, con Guido Carrillo como empleado del mes por llevarse cada uno de los balones aéreos que merodean el área rival. Un auténtico martirio para las defensas enemigas, obligadas a reforzar las marcas para privar al argentino de claras situaciones de remate.
El poderoso físico de Nyom obligó a Jony Rodríguez a echar horas extras en las tareas defensivas. Desde el pie de Jonathan Silva nacieron las dos ocasiones más peligrosas por parte de los locales, primero con un cabezazo de En-Nesyri que obligó a Pacheco a sacar a relucir sus mejores reflejos. Al filo del descanso, la defensa albiazul no tapó a tiempo a Nyom, que consiguió ponerla al segundo palo donde Jonathan Silva, en semifallo, la metió de nuevo al área para que el delantero marroquí, esta vez sí, acertara a batir a Pacheco y rubricar su primera diana en Liga con la camiseta blanquiazul.
Supo contener el Lega en el segundo acto a su rival, algo revolucionado por ir detrás en el marcador. Embarró el equipo de Pellegrino el juego con un ritmo bajo que desesperó por momentos a los ‘babazorros’, cometiendo duras entradas que cortaban aún más el irregular desarrollo del partido. En consecuencia, Abelardo quiso refrescar al equipo en la media hora final con la entrada de Burgui y de Borja Bastón, a la postre con un voluntarioso Guidetti, pero su problema era más de una ausencia de ideas, no de las piezas que estaban colocadas sobre el tablero.
