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Lautaro Martínez, la joya que empezó pegando patadas

Era un defensor que pegaba patadas y hoy se lo quieren llevar los gigantes de Europa por su potencia, desequilibrio, calidad y llenar los arcos de goles. Lautaro Martínez le contó a Goal una partecita de su historia que, hasta el momento, era desconocida. De sus inicios en Bahía Blanca, sus primeras funciones en una cancha de fútbol y toda su familia de deportistas: el padre fue futbolista, el hermano mayor juega en Liniers de su ciudad y el menor -de 14 años- juega al básquet en las Selecciones juveniles de Argentina.

-¿Siempre jugaste al fútbol? ¿Fuiste siempre delantero?

-Iba al colegio a la tarde y me levantaba a las 10 para jugar en la cancha que habíamos hecho con mi hermano al lado de mi casa, en un campo. Nos levantábamos para jugar solos. Después íbamos al colegio, me iba a entrenar y, cuando volvía, seguíamos jugando. Era todo el tiempo así. En Bahía Blanca, en los barrios, se juega de esa manera. Estábamos todo el tiempo con una pelota de fútbol. Mi papá fue futbolista, entonces, si no jugábamos nosotros, lo acompañábamos y lo molestábamos en el entrenamiento. Mi vieja fue la que más sufrió a todos: todos hombres y todos deportistas, je. 

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-¿De qué jugaba tu papá? 

-Era defensor, y yo de chico también era defensor.

-¿Y cómo eras como defensor?

-Pegaba... Era rápido en los cruces, je. Si no llegaba a la pelota, llegaba al delantero.

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-¿Entonces ahora entendés cuando te pegan?

-Sí, obvio que entiendo. El fútbol argentino es durísimo. Tengo muchas cosas que aprender, como moverme mejor. Son durísimos los defensores de acá. Se sienten. Todo sea por mejorar. Uno tiene que adaptarse.

-¿Te dijeron alguna vez que eras un burro?

-No recuerdo, pero seguramente sí, ja. Quizás cuando era defensor. No salía jugando, ja. Seguramente me han gritado.

-Entonces le podemos decir a Sampaoli que si no hay lugar entre los delanteros te considere como defensor...

-No, ya no vuelvo más para atrás, ja.  

-Vos hiciste a la inversa: la mayoría de los chicos quieren ser delanteros.

-Yo no lo pedí. Un técnico en el club donde jugaba antes me vio rápido y me puso por afuera. Cuando llego a Racing, me ponen de centrodelantero.

-¿Te costó adaptarte a la posición?

-No me costó mucho. En Bahía jugaba más por afuera y me fui tirando más al medio. Puedo jugar unos metros hacia atrás porque el último año en Bahía Blanca jugué de enganche y acá me pusieron de delantero porque en esa posición había muchos jugadores.

-¿Qué consejos le das a tu hermano?

-Que disfrute. Él es chico pero trabaja para cumplir sus objetivos. Siempre le remarco que tiene que disfrutar, que sino le toca hoy puede ser más adelante. A mí me ha tocado con compañeros o le doy mi ejemplo que cuando yo tenía muchísimos delanteros acá, me entrené, dí lo mejor de mí y hoy me toca tener un presente que por ahí uno siempre pensaba tenerlo por cómo trabaja, por cómo piensa en el día a día. Trato de remarcárselo a él.

-¿Y vos disfrutás?

-¡Sí! Fuera de la cancha disfruto muchísimo. Adentro por ahí no, porque estás todo el tiempo concentrado. Cuando gritás un gol te dura treinta segundos. Después obviamente se disfruta cuando salís y sabés que diste todo o salieron las cosas como vos quisiste que salgan. Por ahí en inferiores disfrutaba más los partidos. En Primera, con todo lo que significa el entorno, la gente, las presiones, el estar todo el tiempo concentrado, cuesta mucho más que en inferiores, en un predio o en Reserva mismo. 

-¿Cómo te desconectás?

-Miro películas, series. Trato de juntarme con amigos a tomar mate, a charlar. No estar todo el tiempo encerrado, ir a la casa de mis amigos a disfrutar con ellos. Por ahí un jugador descansa y después del descanso siempre tiene tiempo libre. Si no me toca entrenar por la tarde, disfruto con mis amigos.

-¿A qué jugadores que mirás?

-Miro mucho a Falcao, desde chico lo miro mucho. Lo remarco siempre. Me siento identificado por la manera de jugar. Hoy en el fútbol argentino, Cvitanich es el que más me gusta. 

-¿Y de chiquito?

-A todos. Jugábamos con mi hermano al fútbol y nos poníamos nombres. Así que imaginate....

-¿Y cuál te ponías?

-A Palermo, un montón de jugadores que hoy no juegan o no están y no recuerdo bien. Pero así jugábamos nosotros en el barrio.

-¿Te sacaste una foto con algún jugador que después te cruzaste en una cancha?

-Sí, justo hoy hablaba con Lisandro de una situación de entrenamiento que pasó entonces salió el tema de que yo tenía una foto con el Laucha Luchetti y me tocó enfrentarlo en la cancha de Atlético Tucumán. También una con Santiago Silva, cuando jugaba en Banfield.

-¿Qué te dan Lisandro López y Diego Milito, y el haberlos tenido como compañeros?

-Aprendí muchísimo. Soy medio vergonzoso con eso. Me remarcan siempre que tengo que empezar a hablar. He aprendido muchísimo. Soy de mirar, escuchar muchísimo y no meterme. De Diego he aprendido un montón de cosas. Todos conocemos la clase de jugador que es. Lo que hace fuera de la cancha también a uno le sirve y lo que hace dentro del vestuario que queda para nosotros y se aprende a nosotros. Y Lisandro también, la mente ganadora que tiene es admirable. Es algo más que voy incorporando y también el grupo. Y la manera de entrenar que tiene. Todo el tiempo por tratar de mejorar, al cien por ciento, eso se contagia y es positivo para el grupo.

El pibe tiene facetas terriblemente contrapuestas. Adentro de la cancha es una topadora y una máquina de vencer arqueros, pero, un pasito afuera de ella, ya en el vestuario, se describe como una persona tímida y callada : hasta le cuesta hacerle preguntas a sus referentes para seguir aprendiendo. Pero esa personalidad de perfil bajo también convive con el Lautaro Martínez de sólo 20 años con una madurez impresionante. 

-¿Cómo hace un chico de 20 años para manejar las redes sociales y su imagen?

-Solamente tengo Instagram que es la única red social que uso, hay gente que me ayuda a usarla más allá de que las decisiones de las cosas y fotos que pongo las tomo yo, ellos tratan de guiarme porque es un recurso más que el jugador puede usar para estar más cerca de la gente. Hay que saber manejar las redes sociales, está bueno que haya gente que te ayude a manejar esos detalles.

-No es normal tu comportamiento si te comparamos con los demás chicos de sólo 20 años. ¿Cómo hacés?

-Desde que llegué acá tuve que cambiar un montón de cosas. Mi familia sabe que he cambiado un montón mi personalidad y mi forma de ser. Más allá de que en Bahía era parecido, cuando llegás a este mundo tenés que comportarte de otra manera, ser más atento a los detalles, ser un profesional adentro y afuera de la cancha. En Bahía Blanca me comportaba de la misma manera pero por ahí tenía otras prioridades, no le dedicaba tanto tiempo al fútbol y hoy en día me lo dedico porque es así, en los pequeños detalles es donde marcás la diferencia y todo el día tenés que prepararte para marcar la diferencia adentro de la cancha.

-Sos de los pocos futbolistas de elite que no se tomó vacaciones lujosas a un destino lejano. Estuviste en Bahía Blanca y en la playa de Monte Hermoso. ¿Por qué?

-Estuve con mi familia porque me siento feliz ahí. He ido a la pileta del club donde jugaba antes. No veo mucho a mi familia, entonces trato de disfrutarlos, pasar un tiempo con ellos, estar en mi casa y de estar con mis hermanos que son deportistas y no pueden venir a visitarme.

-¿Tus amigos te preguntan por Real Madrid, Aleti, Inter…?

-Todo el tiempo. No sólo mis amigos, si no la gente en las redes sociales, gente del club donde yo jugaba antes. Me preguntan lo mismo que me preguntan los periodistas: cómo hago yo para mantener la tranquilidad y todas esas cosas. Trato siempre de mantenerme firme en lo que quiero, de disfrutar esto que es algo único para mí porque lo soñé desde que llegué y trato de disfrutar al máximo donde me toque. Tengo varios grupos de Whatsapp con amigos. No se habla de fútbol, hablamos pavadas. O hablamos de fútbol pero muy pocas veces me preguntan porque constantemente estoy dando notas pero ellos saben que siempre voy con la verdad y que no miento con lo que digo y a ellos les alcanza.

-La diferencia con tus amigos es que a nosotros nos mentís un poquito... ¿o no?

-No, les digo la verdad. Lo digo siempre, trato de disfrutar en el lugar que me toque. Hoy me toca estar en este club que es muy grande, siento una responsabilidad enorme con la gente y con mis compañeros y no me puedo permitir otra cosa que no sea pensar en este club. Día a día trato de superarme y entrenar para que  el fin de semana yo pueda aportarle lo mejor al equipo.

¿Mirás fútbol?

-No soy de mirar mucho, pero si hay un partido y estoy prendido a la tele lo miro. Pero no soy de buscar horarios o buscar partidos.

-Pero si ves un partido de Europa, lo dejás...

-Me cuesta dejarlo, la verdad. Miro mucho fútbol de acá y de Europa no conozco a nadie, es la verdad. Conozco a Messi y a Ronaldo, ja, es la verdad. No miro mucho fútbol de Europa, miro de acá. Si está la tele prendida trato de mirar fútbol de acá.

-Pero sabés con quien competirías si tenés que ir a Atleti, Real Madrid o Inter...

-Sí, con muchísimos jugadores de gran nivel que están en Europa hace mucho tiempo. De eso soy consciente y sí conozco, conozco las características pero no me los acuerdo a todos, ja. Uno se prepara para todo eso más allá de que no soy de mirar tanto fútbol europeo conozco, sé me cuentan y trato de escuchar y estar atento a eso.

-¿En qué fútbol te adaptarías mejor?

-Siempre dije que el fútbol español me encanta porque es un juego donde creo que puedo sacar provecho de mis características. El fútbol italiano también. El inglés se juega con mucha intensidad y creo yo que me costaría más. Pero en el fútbol italiano y el español por ahí es donde los nueve salen a jugar, participan mucho del juego y no es tan intenso.

-¿Cómo hacés para decidirlo tan tranquilo?

-Cuesta, la verdad. Cuesta un montón. Yo llegué al club en 2014 y me han pasado cosas muy rápido. Por ahí uno no lo cree pero es la realidad. Uno tiene que asumir las cosas, tengo que trabajar todo el tiempo para mejorar, para superarme. Mi familia es la principal responsable de mi manera de ser. Me han enseñado de chico eso entonces así soy. Trato de crecer así, de mejorar cómo soy y la decisión siempre va a ser mía y voy a ir a dónde sienta lo mejor para mí.

-¿Realmente te podés preparar para este momento?

-De chico yo soñaba todo el tiempo y usaba mucho la palabra “soñar”. Primero estar en un club como Racing. Siempre digo que me pongo metas a corto plazo y las voy cumpliendo entonces no me apresuro a ponerme metas largas. Hoy en día tengo por delante una competencia que es muy importante para el club, para mis compañeros y para mí porque no me tocó jugarla y la Copa Libertadores es una copa internacional muy importante para todos y me estoy preparando de la mejor manera para lo que es el inicio de esa competencia.

-¿Qué es lo que te motiva a no apurarte?

-Mucho. En inferiores tuve la oportunidad de irme y decidí quedarme. Firmé mi primer contrato con el club. Me vinieron a buscar nuevamente, yo tenía cuatro delanteros adelante pero me puse una meta a corto plazo, la superé y terminé jugando. Me siento muy importante. Le debo mucho a la gente porque me ha tratado muy bien, he vivido en la pensión y se han entregado al máximo conmigo. Esas cosas trato de devolverlas si bien dentro del campo y fuera del campo también Entonces también la decisión pasó por ahí.

-¿Leés la noticias?

-Leo muchas noticias. No solamente mías, sino de todo el fútbol de acá de Argentina. Leo muchísimos diaros, miro mucha televisión, estoy al tanto de todo lo que se dice.

-¿Te googleaste?

-Sí. Me googleo, miro partidos míos, pido todo el tiempo los videos para analizarme. En los pequeños detalles se marca la diferencia. Eso he aprendido con el tiempo y me miro muchísimo.

-¿Te sorprendió alguien que haya hablado bien de vos?

-Sí, no quiero nombrar porque hay mucha gente que habla bien de mí o que me elogia y más en este último tiempo. Soy muy agradecido. También la gente en la calle te abraza, te da un beso. Eso me sorprende más. La locura que tiene la gente con nosotros es lo que más me sorprendió de este mundo. 

-Es difícil imaginarse eso. No sé cómo reaccionaría cualquier persona normal si se le cruza otra que no conoce, lo abraza y le da un beso. ¿Hasta qué punto te gusta eso?

-Te sorprende... Día a día pasan cosas que no te las esperás, pero con el tiempo te vas acostumbrando. Yo soy muy vergonzoso. Que me pidan una foto me da mucha vergüenza. Lo tengo que aceptar porque yo de chico también soñaba con pedirle una foto a un jugador. De chico viajaba con el club donde yo juagaba antes a jugar con los clubes de AFA. Y a veces íbamos a los entrenamientos a esperar a los jugadores. Yo les pedí fotos a todos.

-No sólo te cruzás con hinchas de Racing... ¿Qué te dice el hincha de Boca en la calle después de que saliera a la luz la oferta rechazada?

- Me preguntan si voy a ir, por qué no fui. Todas esas cosas. Hasta gente de Independiente me remarca cosas que me sorprende. Me felicitan por el buen momento que estoy pasando, por cómo soy fuera de la cancha. Todas esas cosas. Por eso te digo que día a día me van sorprendiendo. Me puedo encontrar con cualquier cosa. Me encuentro con más agradecimientos que reproches. 

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