Sergio Ramos dice adiós a la selección española y lo hace como el jugador que más veces ha vestido esa camiseta. Desde su debut, con 18 años, el 26 de marzo de 2005 en Salamanca ante China, el de Camas se enfundó en 180 ocasiones la elástica del equipo nacional.
En esos 180 partidos, Ramos anotó 23 goles (7 de ellos de penalti). Muchos de esos encuentros forman parte de la etapa dorada de la selección, la que se vivió entre 2008 y 2012 y en la que el equipo, primero de Luis Aragonés y después de Del Bosque, dominó el fútbol europeo y mundial.
Al defensa español le mostraron 24 tarjetas amarillas y, curiosamente, no vio ninguna roja. Un dato que contrasta con su trayectoria en el Real Madrid.
España no había ganado ningún título desde 1964 y en 2008 se rompió esa sequía con la participación decisiva del sevillano. Jugando aún como lateral derecho, Sergio fue clave en el título europeo de 2008 y repitió en 2012. Dos Eurocopas con España, por lo tanto, adornan el currículum de Sergio.
Entre medias, en 2010, Ramos fue protagonista del mayor éxito en la historia de nuestro fútbol: el Campeonato del mundo logrado en Sudáfrica. Fueron tres títulos en cuatro años gloriosos, en los que fue pieza clave el que con el paso del tiempo y con el adiós de otros jugadores, se iba a convertir en el capitán de la roja.
Posteriormente llegaron los sinsabores de los Mundiales en 2014 y 2018. Tampoco fueron bien las cosas en la Eurocopa 2016. Su ausencia en los dos últimos grandes campeonatos con España habían dibujado un interrogante y era saber si Luis de la Fuente iba a contar con él. Hoy hemos salido de dudas.