Antes de convertir los 54 goles que lo llevaron a ser figura de Colón, primero, y de River después, Lucas Alario pateaba la pelota en la calle San Lorenzo del municipio de Tostado, ubicado a 330 km. de la provincia de Santa Fe, sin siquiera poder soñar lo que iba a vivir años después. Menos aún que podría irse al fútbol alemán.
"Él nunca cambió, está siempre con sus amigos, no se olvida de ellos", le cuentan a Goal tres vecinos tostadenses, que aún viven cerca de Mónica y Abel, los padres del Pipa. "En Tostado es un señor, igual que como se muestra en River. Es sencillo, sigue siendo igual", relatan y se enorgullecen de ser representados por una estrella como Alario, "el de los goles importantes", como le dicen.
Aunque Lucas se haya mudado a Buenos Aires por cuestiones del fútbol, dicen que siempre que tiene un rato libre va a visitar a sus papás a Tostado y aprovecha para compartir tiempo con ellos, que se quedaron en el barrio y que siguen su vida con total normalidad. Eso sí, con el tiempo se fueron acostumbrando a las preguntas de los vecinos curiosos que quieren saber a dónde seguirá su carrera el goleador: "Moni está todos los días barriendo, nosotros pasamos y le preguntamos cuándo se va a Europa, pero no larga información".
