Tite, seleccionador de Brasil, acabó por los suelos del estadio de San Petersburgo tras el primer gol del encuentro en el minuto 91 por parte de Philippe Coutinho.
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El técnico salió corriendo efusivamente por la banda junto al resto de integrantes del banquillo y perdió el equilibrio tras correr un par de metros.
Finalmente fue levantado por Ederson en mitad de la celebración, sin que pudiera contener la euforia del tanto ni con la reciente caída.