Por Jorge C. Picón - Uno de los nombres que va a ser protagonista durante las primeras semanas del verano es el de Dani Ceballos. La situación es comprometida para el Real Madrid: el utrerano acaba contrato en 2023 y el club quiere que se quede. De hecho, se trabaja en una renovación que se terminará de negociar tras la final de Champions. Será entonces cuando Dani deberá decidir si sigue de blanco o decide buscarse un nuevo destino. Es quien tiene la sartén por el mango, pues al terminar su vinculación en apenas un año el Madrid está 'obligado' a venderlo para sacarle un rédito económico a su marcha.
Su prioridad es ser importante y sumar minutos. Este año no lo ha tenido fácil. Primero, por una grave lesión de tobillo y, después, porque Ancelotti ha tardado en verlo en forma para ayudar al equipo. Ha sido en estos dos últimos meses de termporada cuando más minutos ha sumado. El técnico italiano es uno de sus principales valedores, llegando a reconocer en abril que estaba "molesto" por no haberle podido más tiempo de juego. Fue el primero que, hace unas semanas, recomendó a la directiva ofrecerle una renovación.
El Mundial en el horizonte
A pesar de la confianza del técnico y de la reacción del Madrid intentando que siga, no hay una decisión tomada. De hecho, mira con muy buenos ojos la opción de salir, por lo que el el Real Madrid deberá seducirlo con una buena oferta para retenerlo. Dani, que todavía está centrado en el final de temporada, valora junto a su gente los pros y los contras tanto de seguir como de marcharse. Será en junio, tras sentarse con la dirección deportiva, cuando tome una decisión.
Un punto clave en su decisión es el Mundial. Todavía confía en convencer a Luis Enrique, un seleccionador que ya apostó por él en sus primeras convocatorias allá por 2018 y que lo ha llamado con regularidad hasta 2020. Desde entonces, no ha vuelto a enfundarse la camiseta nacional y cree que, volviendo a ser importante, sea en el equipo que sea, reabre sus opciones de ir a Qatar el próximo noviembre.
En caso de una hipotética salida, el Madrid lo tiene claro: quien lo quiera deberá pasar por caja. Es decir, no se facilitará su salida si no se alcanza el precio que marque el club. Su valoración actual, según "Transfermarkt", es de 15 millones. Esto resta opciones al Betis, que ya estuvo cerca de cerrarlo el curso pasado pero que, económicamente, tiene muy complicado afrontar el fichaje este verano. En España no hay muchos otros equipos que puedan pujar e Inglaterra, tras la difícil experiencia en el Arsenal, está prácticamente descartada por el jugador. Italia parece ahora el destino idóneo. Cabe recordar que el Milán, que tiene una magnífica relación con el Madrid, ya se interesó por él el verano pasado.
Tras París, todo quedará visto para sentencia. El ex bético, a sus 25 años, afronta unas semanas claves en el desarrollo de su carrera. El Madrid, por su parte, pelea para que siga siendo parte de la plantilla el curso que viene. Una unión que comenzó en 2017 con su fichaje y que ahora está en el aire.
