"El club está peor de lo que pensaba". Esa fue la sentencia más impactante de Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, en una entrevista en 'La Vanguardia'. Horas después, tanto Laporta como la junta actual ponían el acento en la delicada salud financiera azulgrana. No se sometió a votación la participación en la Superliga y se habló de que sólo se podrá fichar "con trueques", pero lo que quedó claro es que el estado financiero es casi dramático. En la asamblea de socios compromisarios, se explicó que el club tiene una deuda financiera neta de 673 millones, cifra que acabará siendo más alta. Es decir, que en apenas cuatro años, la deuda financiera neta se ha multiplicado por diez entre la excesiva y errática inversión en futbolistas y la crisis de liquidez. La deuda neta del Barça ha pasado de 159 millones en 2018, a 673 millones ahora, aunque festá calculada una deuda de 1.044 millones de euros.
El lastre: festión ineficaz y pandemia, no viceversa
El vicepresidente económico Romeu compareció ante los socios para dejar bien claro que el impacto de la Covid-19 no ha sido el único causante de las terribles pérdidas que ha sufrido el club en estos últimos meses. Es más, Romeu aseguró que las pérdidas por la pandemia en el ejercicio 2019-20 fueron de unos 42 "kilos", pero en ningun caso los 130 que comentó la anterior directiva. Es decir, que esa enorme diferencia no es producto del impacto económico causado por el virus, sino de la gestión ineficaz de la junta de Josep Maria Bartomeu.
Préstamo-puente de 80 "kilos" para afrontar pagos
La situación económica del Barça es realmente delicada. En la asamblea se explicó a los compromisarios que, entre la pésima gestión y el virus, por ese orden, el Barça ha tenido que pedir otro préstamo-puente de 80 millones de euros a tres meses, para poder afrontar pagos pendientes. El club debía abonar 75 millones en concepto de traspasos, tenía que pagar 24 millones en impuestos y otros 57 millones en salarios y fichas de futbolistas. En total, 157 "kilos". Como no había suficiente dinero en tesorería para pagar eso, el Barça recurrió al préstamo.
El crédito salvavidas de "Goldman Sachs"
Estrangulado por su tremenda carga de masa salarial y por una gestión calamitosa, el Barça pidió a sus socios compromisarios que aprobasen solicitar un crédito a "Goldman Sachs", por 525 millones de euros, a un tipo de interés del 3% y en una operación con 15 años de plazo. Los socios votaron "sí" a la propuesta de Joan Laporta y su junta, que confían en que este crédito pueda hacer funcionar al club de una manera estable para los próximos dos años. Con ese crédito, garantizado con los derechos de televisión del club de los próximos años, el Barça refinanciará su deuda junto a las emisiones de bonos por 200 millones. Ese crédito comenzará en el mes de agosto. De haber votado "no", la situación del Barça sería auténticamente ruinosa.
