Se tomó un segundo de más y pareció dejar en claro su mensaje: "Gracias por todo, y hasta luego". James Rodríguez fue reemplazado a los 16 minutos del segundo tiempo en la victoria del Real Madrid ante el Sevilla. Mientras abandonaba el campo de juego y le cedía su lugar a Casemiro, el colombiano se tomó todo el tiempo del mundo para lo que pareció una despedida.
James se dio vuelta, caminó y aplaudió a los cuatro costados del Santiago Bernabéu con tono melancólico, en lo que representó el último partido de la temporada en ese estadio.
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