LA INTRAHISTORIA
Su primer día junto a Leo Messi en el fútbol profesional será seguramente muy distinto a como hubiera podido pensar el joven Takefusa Kubo en los tres años y medio años que jugó en las categorías inferiores del Barcelona. El delantero, apodado como el Messi japonés desde que era un crío, abandonó la Masia en 2015 para regresar a su país a raíz de la sanción por las irregularidades en la incorporación de extracomunitarios menores de edad en 2014. Recaló en un Tokyo en el que no ha dejado de crecer hasta que el pasado verano tomó la decisión, siendo ya mayor de edad, de volver a probar suerte en el fútbol profesional europeo y la posibilidad de regresar al Barcelona se abrió de par en par.
Pero el club azulgrana entendió que la proyección de Kubo era inferior a las pretensiones económicas del japonés y descartó su incorporación. Kubo acabó firmando por el Real Madrid provocando una tormenta en el entorno azulgrana, llegando a vaticinar que se trataba de "el peor error del Barcelona en muchos años" según muchos editorialistas. El club blanco resolvió cederle al Mallorca para que, a sus dieciocho años, jugara con cierta regularidad y se fogueara. Tras quedarse fuera de la convocatoria en los dos primeros partidos ha ido entrando en los planes del entrenador, Vicente Moreno, e incluso ha sido titular en siete ocasiones, acabando el partido en cuatro y hasta puede decir que ha marcado un gol y dado una asistencia.

“Estuvo cuatro años en la Masía, creo que le hace ilusión jugar en el campo del primer equipo" señaló su entrenador recientemente, quien además recordó cómo "tiene la posibilidad de plantar la bandera de Japón en ese estadio” después de que Takahashi Inui se convirtiera en el primer -y hasta la fecha único- japonés en marcar en el Camp Nou. El listón, pues, está alto a pesar de que su compañero Marc Pedraza, que jugó varios años junto a Messi en la Masia, asegurara en la COPE que "salvando las distancias es similar a Messi, si coge el balón te puede solucionar el partido o te puede provocar un penalti" . Pedraza está convencido de que el japonés "tiene las condiciones para ser un jugador de equipo grande".
Precisamente por eso le fichó el Real Madrid. El Barcelona prefirió apostar por Ansu Fati, Ilaix Moriba y Xavi Simons , que se marchó al PSG solo un mes después de que el barcelonismo viera a Kubo posar con la camiseta blanca. Hoy lucirá el bermellón del Mallorca pero pertenece al club que preside Florentino Pérez. Por ese motivo y por sus ganas de gustar a la que pudo ser su afición, quien sabe si también de gustar al que siempre fue su ídolo y con el que compartirá minutos de juego por primera vez en su vida, la motivación de Kubo hoy en el estreno en el Camp Nou será tan elevada como distinta la realidad que le tocará vivir en relación a sus sueños infantiles .
