El Real Madrid acabó el mercado de fichajes del verano de 2019 con sólo dos operaciones en el último día, la salida de Keylor Navas y la llegada como cedido de Alphonse Areola. No hubo ni una bomba ni dos como vaticinó Zidane y los merengue no incorporaron a ningún centrocampista a pesar del interés en Bruno Fernandes o los rumores sobre la posible salida de Mariano.
El calendario completo del Real MadridEl descafeinado final de mercado del equipo de Chamartín contrasta con su esfervescente inicio cuando cerró las contrataciones de Rodrygo, Militao, Jovic, Hazard y Mendy sin prácticamente haber llegado al mes de julio, además también contrato al joven y prometedor Kubo, que se acabó marchando cedido al Mallorca. Sin embargo, los blancos no cerraron ninguna operación en el último mes y medio de la ventana de fichajes a pesar de que el deseo de Zinedine Zidane era el de incorporar a Paul Pogba para reforzar el centro del campo.
Las alternativas al francés no convencieron al técnico y los blancos no terminaron de lanzarse a por Van de Beek, Bruno Fernandes y Eriksen y en el centro del campo sólo podrá contar con Modric, Casemiro, Kroos y Fede Valverde y los comodines de Isco y James Rodríguez, que ha acabado convirtiéndose en un fichaje improvisado tras la vuelta de su cesión al Bayern de Múnich y el clamor popular para evitar su venta al Atlético de Madrid. Mientras que en la medular, Dani Ceballos y Marcos Llorente si abandonaron el barco y restaron alternativas en esta posición.
Keylor y Bale, las caras de una remodelación incompleta
La inesperada salida de Keylor Navas fue el único aliciente en el cierre de mercado. De hecho, el desenlace con el portero de Costa Rica es un ejemplo evidente de la incompleta revolución que ha culminado el Madrid. La salida del cancerbero se daba por segura en junio y por descartada a principios de agosto, al punto que provocó que Luca Zidane y Lunin se marcharan cedidos. Sin embargo, el cambio de opinión de Navas al no convencer a Zidane para ser titular por delante de Courtois, obligó a los blancos a dejarlo marchar sin ni siquiera tener la opción de elegir a su sustituto y tuvieron que conformarse con la incorporación de Areola.
El caso contrario lo ha vivido Bale. El galés pasó de ser transferible y de que Zidane pidiera que se marchara cuanto antes a ser titular y decisivo en las tres primera jornadas de LaLiga, mientras que el resto de fichajes que debían protagonizar la revolución del Real Madrid están prácticamente inéditos. El Real Madrid prometía cambiar cosas pero el mercado acaba con cierto aire de insatisfacción que sólo podrán calmar una vez las victorias.
