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Jordi Moix: “La auditoría ‘forensic’ rastrea si hay algo raro, pues no encontrarán nada raro”

Este domingo, los socios del Barcelona debatirán y votarán varios aspectos trascendentales para el presente y el futuro del club. De entre los más importantes, unas cuentas que arrojan unas pérdidas de 481 millones de euros y una deuda de 1.350 millones que la junta presidida por Joan Laporta ha calificado como de "herencia nefasta". Uno de los máximos responsables de la anterior directiva, presidida por Josep Maria Bartomeu, es su ex vicepresidente económico Jordi Moix. La cara visible del proyecto Espai Barça atiende a Goal el día antes de una importante Asamblea para defender la gestión de sus antiguos compañeros. Lo hace también dos días después de que La Vanguardia publicase que, durante 21 partidos, los aficionados que fueron al Camp Nou tuvieron el riesgo de sufrir algún daño por los desperfectos no arreglados del estadio.

¿Por qué no actuaron cuando tuvieron el informe con las patologías del Camp Nou?

El estadio está muy viejo, tiene más de 70 años, y para la remodelación queríamos incorporar con detalle todas esas actuaciones de restauración del hormigón por el paso del tiempo, el viento y la humedad. Una vez se recibe el informe, se evalúan las recomendaciones y se identifican 44 patologías que hace falta hacerlas lo antes posible. Los técnicos proponen hacer una licitación para actuar sobre esas patologías. Se pasa al comité patrimonial y se aprueba. Como el importe es superior al millón de euros, también pasa por la junta. Pero en la junta no se lee el informe, como tampoco se repasa el proyecto de Nikken Sekkei porque son 2.000 páginas y hace falta ser un técnico para interpretarlo. Se ha destacado que esas patologías eran de resolución urgente, pero en ningún caso se indica en el informe que se deba clausurar un espacio porque había un riesgo. Si hubiese habido una prescripción en ese sentido se hubiera actuado de inmediato.

El artículo sigue a continuación

¿Qué hicieron a partir de que el informe llegó a la junta?

El informe es del 31 de julio de 2019, durante otoño se hizo el proceso de licitación entre 14 empresas y cuando se hubo negociado se sometió al comité del mes de febrero de 2020 y se aprueba. Empieza la pandemia un mes más tarde, se queda en stand by y cuando en verano se recupera la actividad, por temas de tesorería se actúa en aquellas imprescindibles, se vuelve a pasar por la comisión patrimonial y se da luz verde. Esto es lo que se desarrolló.

Por lo tanto, lo que se entiende es que sí actuaron, pero que los procesos son muy lentos.

Se actúa en función de los tiempos y de las propuestas que hacen los servicios técnicos del club. Una vez analizado el informe independiente de ARUP, siguiendo las instrucciones y bajo su criterio, hacen la propuesta de poner en marcha la licitación para repararlo. Como no había indicación de bloquear la zona para evitar el tránsito de personas, no actuamos de inmediato. Quiero añadir que no hubo ninguna incidencia destacable en los partidos que se disputaron durante la licitación.

El presidente de la comisión gestora, Carlos Tusquets, dijo que un socio sí había sufrido la caída de un cascote de cemento.

Interpreto que el informe técnico dice eso porque estaba en un estado que si no se hacía nada, en un año se iba a ir deteriorando más y podía caer algún cascote. Si no hubiera habido Covid se hubiera ejecutado entre febrero y junio del 2020. El señor Tusquets hizo ese comentario tras estar el Camp Nou un año cerrado, con lo que implica de limpieza mínima.

El informe dice literalmente que esas 44 patologías significaban un riesgo.

Que significaban un riesgo sí, pero los técnicos no cuantifican el riesgo en nada. Interpretan que no hay que esperar a la licitación global de la remodelación y que se ponga en marcha ya. Pero lo que no dice es que mientras no se resuelva se clausure ese paso, que no hubiera sido tan difícil de hacer. Lo que sí era un riesgo era esperar un par de años. Todas las actuaciones de ese proceso fueron aprobados sin discusión.

¿Está preocupado por la salud económica del club?

No. Estoy preocupado por la coyuntura, pero por la salud económica del club no. Soy optimista. El club tiene un valor reconocido por la revista Forbes y con proyectos vivos que nos permiten ver un horizonte con buena capacidad de ingresos adicionales que no teníamos. Uno de ellos es el Espai Barça, pero también está el Barça Corporate, proyectos que se fueron desarrollando durante los últimos años. De la actividad tradicional, el ticketing, las televisiones, las camisetas, los sponsors, el museo y las tiendas, queda un tiempo para volver a los niveles normales. Entiendo que la junta necesite un margen. Si estuviéramos en un momento tan negativo no nos hubieran dado los préstamos. El Covid ha afectado mucho, hemos perdido más de 500 millones en ingresos y los pagos se han tenido que compensar con más endeudamiento. Necesitamos un tiempo, manteniendo a la vez la competitividad del club.

Claro, pero la competitividad es difícil mantenerla sin Messi, que se ha perdido por no haberle podido pagar el salario.

Supongo que hay opiniones de todo tipo. Hay un efecto emocional y también un efecto comercial. Teniendo en cuenta la edad y el coste que implicaba, se ha puesto todo sobre la mesa para tomar la decisión. Nos ha hecho disfrutar mucho y nosotros a él. Lo que sí quiero transmitir es una preocupación, por no decir algo más fuerte, porque las reglas de juego no son iguales para todos. No es normal que un equipo de una liga que genera una cuarta parte de lo que genera LaLiga española pueda hacer una oferta con unas retribuciones tan significativas, al mismo tiempo que ficha a Sergio Ramos y Wijnaldum. Y ya lo hizo con Neymar o Mbappé el mismo año. No jugamos con las mismas herramientas y la UEFA mira hacia otro lado. Esto afecta a la competitividad de todos.

¿No le parece curioso que Qatar fuera socio estratégico del Barça y ahora sea un “enemigo”?

Yo tampoco interpreto que las decisiones de fichar a Messi o Neymar sean una venganza. Son de los mejores del mundo, como lo es Mbappé y venía del Mónaco. Deciden buscar el mejor talento. En la campaña electoral de 2015 yo hice alguna manifestación diciendo que Qatar tiene sus valores, con sus virtudes y sus defectos como país, pero que había hecho una apuesta de diálogo con el mundo occidental. La propia aerolínea, Qatar Airways, hizo una apuesta relacionada con el Aeropuerto de Barcelona. Entiendo que desde allí no entendieran las críticas. Pero no tengo base para pensar mal. Puede que sí, pero también han fichado jugadores de otros equipos. En la toma de decisiones del jeque qatarí no sé cuánto ha influido la relación con el Barça.

Aquí cada uno hace sus cuentas. Ustedes reformularon las cuentas de Laporta en 2010 y ahora Laporta ha cerrado las suyas. ¿Qué hay de realidad y qué hay de guerra entre bandos?

No estamos en ninguna guerra. Déjame hacer un matiz sobre las cuentas de 2010. Más que reformularlas, entramos en julio y tuvimos que formularlas. Se presentó un informe inicial de auditoría y hay que recordar que en el año anterior tuvieron salvedades. Buscamos hacer la formulación sin salvedades. Ahora no es una finalización de mandato, sino que la junta entró en marzo y formula sus cuentas. Hay una circunstancia muy excepcional por lo que ha vivido el club en los últimos 18 meses con la pandemia. De cara a informar al socio sobre el estado del club, hay que hacer un análisis para dar una base objetiva de qué hubiera pasado si no hubiera existido la pandemia. Aquí es donde tenemos diferentes puntos de vista, pero el auditor dice que no está en riesgo la viabilidad del club. En cuanto a la interpretación de la afectación, el club lo cuantifica en 92 millones y nosotros lo cuantificamos en casi 300 millones, coincidiendo con el criterio de LaLiga. No hay que crear más alarma de la que toca.

Pero las cuentas que se votarán son las que tienen 481 millones de pérdidas, pese a lo que ustedes han defendido.

Si el resumen es que hemos perdido casi 500 millones y que todo es debido a la herencia, es que se ha gestionado muy mal. Pero, si no hubiera habido pandemia, ¿cuántas pérdidas hubiera habido? Pues 250 millones menos. Además, ellos han querido hacer un avance en la depreciación de los jugadores. Ok, pero eso no quiere decir que se hayan perdido 160 millones. Fijémonos que en el presupuesto del próximo año figura un beneficio por la operación de Griezmann, que es mérito suyo. Pero el beneficio es por haber depreciado su valor en el ejercicio anterior. Son decisiones respetables, lícitas, pero si hubiéramos tenido 500 millones de pérdida real las entidades de crédito se lo hubieran mirado con más cautela a la hora de darnos un préstamo.

De los 481 millones, ¿qué cantidad asumen como suya y qué cantidad consideran que es de Laporta?

El impacto Covid lo cuantificamos en 225 millones netos, entre ingresos y gasto ahorrado, y en la otra parte hay 250 millones de provisión de pérdidas que no se han producido. Si no hubiera habido Covid y no se hubiera depreciado a jugadores y provisionado más de lo habitual en litigios, estaríamos hablando de unos 50 millones más los créditos fiscales. Desde un punto de vista de club, era una pérdida no deseable, pero eso lo asumimos.

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Si el mayor impacto es por la Covid, ¿por qué el Real Madrid ha tenido beneficios y el Barça se ha estampado contra la pared?

El impacto en los ingresos con la actividad normal no es tan fuerte en el Madrid, porque el museo no factura lo mismo, ni la red de tiendas es la misma que la nuestra. Al Madrid le pilla con algunos jugadores con contratos fuertes, pero no tan altos como los nuestros y nosotros, para retener el talento de la columna vertebral, hicimos unas apuestas que se puede discutir si se pagaron más o menos. Hablo de Piqué, Busquets o Jordi Alba. Hay que valorar si permites que se vayan, porque luego tienes que encontrar nuevo talento. El Madrid vendió a Cristiano, que tenía un peso importante. El Madrid tuvo más colchón que nosotros.

El Madrid ha pasado de 473 millones a 739 en el límite salarial. El Barça, de 347 a 97. Son casi 250 millones de diferencia en cada uno, pero en la dirección opuesta. Algo se ha hecho mal, ¿no?

Esto va en relación a la expectativa de ingresos. La fórmula no la conozco suficientemente y entiendo que también computas las pérdidas de años anteriores. Entiendo que se hacen unas reglas para los 42 clubes, pero muchos clubes tienen un porcentaje importante de ingresos de televisión, que han bajado poco, y no dependen tanto del ticketing como nosotros.

Pero no hablo de los otros clubes, lo comparo con el Real Madrid.

El Madrid, al no tener unas pérdidas acumuladas y al haber vendido algún jugador, trabajó la ecuación con una estructura de costes más competitiva.

Es decir, lo ha hecho mejor.

No sé si lo ha hecho mejor. El Covid le cogió con una cuenta de resultados más holgada, pero la competitividad del club también es importante, no ganaron títulos.

El Barça ganó solamente la Copa del Rey.

Bueno, cuando se ganan títulos tampoco lo ponemos en valor. Cuando se ganó el doblete no se puso en valor por una parte muy respetable del barcelonismo porque caímos eliminados en Roma. La Copa del Rey la ganamos y el Madrid la perdió, y no se dice. Pero volvemos al área económica. Globalmente hablando, venimos de ganar 22 títulos y hemos hechos unas renovaciones que, ligadas con la expectativa de evolución de ingresos, estaban al límite del Fair Play, pero se iba cumpliendo. La pandemia nos coge así, en esa estructura y con jugadores que nos vinieron con propuestas que estaban fuera de mercado. Se invierte en otros jugadores, algunos han funcionado y otros no, y se apuesta por la cantera, que ahora está dando sus frutos con seis o siete jugadores en el primer equipo.

Habla de renovaciones fuera de mercado. El responsable entiendo que es quién firma el contrato por parte del club.

Lo que quería decir es que si la propuesta del jugador para renovar genera dudas, tiene la alternativa de ir al mercado y buscar quién le pague eso. Si le dejas ir, hay que reemplazar ese talento. Hay que tomar las mejores decisiones para el club, teniendo en cuenta la parte emocional y de identificación, porque son jugadores hechos en casa. En esa tesitura, con un mercado inflado debido a los clubes que lo rompen, buscamos incrementar los ingresos para hacer frente a las fichas que el mercado nos señala.

El Bayern lo gana todo y gestiona un presupuesto de 600 millones. No le hace falta un presupuesto de 1.000 para mantener a sus jugadores. El Barça tenía la plantilla más cara de los clubes deportivos a nivel mundial.

El Bayern se gestiona desde la prudencia, pero hace un tiempo perdieron algún jugador y un poco de competitividad. Recuerdo que les eliminamos en la Champions hace cuatro o cinco años. Después se han reforzado, también con la posición de dominio que tienen en el mercado alemán, donde fichan a los jugadores que más destacan. Aquí hicimos una distribución de los derechos televisivos para que LaLiga fuera más competitiva, por ejemplo. Y repito, se hicieron las propuestas que se consideraron a los jugadores que son de casa y mantienen la columna vertebral, teniendo en cuenta que el global salarial sobre ingresos regulares estaba entre el 65 y el 70%. Era una cifra apurada, pero teníamos muchos ingresos. En el Bayern, el estadio es propiedad de tres sociedades más los socios y hacen varias actividades. Aquí, el estadio es nuestro, lo usamos y lo tenemos que renovar.

En dos temporadas consecutivas, los salarios se doblaron. De 400 se pasó a 600 y de 600 a 800. ¿No es exagerado?

Había una expectativa de llegar a los 1.000 millones de ingresos y se llegó, con contratos sólidos. La cifra de salarios estaba ligada a la expectativa de ingresos. Dentro de las renovaciones, se pudieron ajustar los salarios anuales con los ingresos que teníamos. Y habrá más ingresos, porque ya se plantean vender una parte de Barça Studios por 50 millones. Veíamos que teníamos una gran capacidad de evolución. Viendo el ratio de masa salarial sí, era un salto potente, pero ya nos habían quitado algún jugador de los importantes. Para mantener el talento se hicieron esas renovaciones, teniendo en cuenta la expectativa de ingresos antes del Covid.

¿Y si el club tenía un resfriado? ¿No estaba todo demasiado al límite?

Acepto que estábamos en el límite, pero una pandemia no es un resfriado. Si no hubiera existido el Covid, sí, estábamos en el límite y en un proceso de buscar jugadores jóvenes porque se terminaba el ciclo. Íbamos hacia un cambio generacional. ¿Estiramos más del brazo que la manga? En función de las expectativas de ingresos, creo que estiramos tanto el brazo como la manga. Pero no más. Hubiésemos podido ser más prudentes, acepto opiniones alternativas.

Sin el intercambio Cillessen-Neto firmado tres días antes de cerrar las cuentas, ¿la temporada 2018-19 sin pandemia se hubiera cerrado con más de 20 millones de pérdidas?

Si miras estrictamente la operación con el resultado contable que dio, sí. Pero entre las diferentes alternativas que había sobre la mesa, el cuerpo técnico y la parte ejecutiva hicieron la propuesta y la parte económica dio luz verde.

¿Los precios no se hincharon?

Los precios se determinaron en función de los acuerdos. Yo no participé en las negociaciones. En función de la valía de Cillessen, que era titular de la selección neerlandesa, y de Neto, que había jugado en Italia y en el Valencia, se determinó ese precio. No sé si fue una tasación objetiva o un acuerdo bilateral entre los dos clubes.

Javier Tebas explicó que una de las operaciones de intercambio del Barcelona, sin especificar cuál, estaba fuera de mercado y tuvo que ser reformulada. ¿Fue esa?

Lo desconozco, no me consta. Lo que es seguro es que las cuentas del Barça no se reformularon, se aprobaron con estos números. Si LaLiga lo interpretó de otra manera, no lo sé.

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¿Ve correcto suspender temporalmente el artículo 67 de los estatutos destinado al control económico?

Sí, lo veo bien. Creo que es necesario. Es coherente con nuestro análisis de las cuentas. El impacto del Covid en la economía mundial, de la ciudad y del club es muy fuerte. Hasta que no volvamos a los niveles normales de actividad se hace difícil de cumplir. Eso sí, le pondría un cierto horizonte en el tiempo, no eternamente. Pero un margen razonable sí que es coherente. Quiero que la junta vaya a la Asamblea y que se le de apoyo para salir adelante.

Ustedes dicen que es exagerado hablar de 1.350 millones de deuda.

La deuda neta es la que determina el auditor. Ahí añaden compromisos que vendrán, pero los contratos son plurianuales y no pones lo que le debes al jugador durante todos los años.

A menos que haya diferimento salarial.

Entonces el auditor te obliga a ponerlo. Si lo interpreta así, sale en el pasivo y dentro de la deuda. Si hay cantidades que son seguras hay que ponerlas en la deuda, pero si son cifras no controlables por parte del club o del jugador no se tienen que poner. Si se producen serán y sino, no. El criterio de la deuda neta es el que utiliza LaLiga y sobre éste hemos trabajado. Son 600 millones. Los casi 400 millones de afectación entre ingresos y gastos que el club ha tenido que pagar han hecho incrementar la deuda. Y lo cierto es que no es una cifra menor.

Si el club tuviera que cerrar ahora mismo, ¿qué debería?

Cobraría lo que nos deben y pagaría lo que debe. No se perdonaría nada de lo que se tendría que cobrar. Cuando se liquida una empresa, el liquidador tiene en cuenta las dos variables. Es demasiado teórico pensar que tengo que pagar pero no voy a recibir. En el mundo empresarial se hacen acciones para cobrar. Por lo tanto, hablamos de deuda neta, que es lo que debemos, menos lo que nos deben. Pero el club no está ni ha estado en situación de liquidación.

El CEO Ferran Reverter dijo que en marzo la situación era prácticamente de liquidación.

Si esto hubiera sido así, las entidades financieras no hubieran apostado por el club. La bajada de ingresos de 500 millones no está provocada por la gestión. No estábamos preparados para ello, teníamos que ponernos a trabajar mucho para sacar agua del barco. Teníamos buenos activos, pero no podíamos tener ingresos por ellos. Los bancos lo entendieron, porque todos los clubes estaban así.

También explicó Reverter que había comisiones a representantes que superaban el 20 e incluso el 30% del precio del fichaje. ¿Esto es normal?

Los datos exactos no los tengo, no participé. Pero lo que sí quiero apuntar es que soy favorable a la Superliga porque ayudaría a regular el mercado de transacciones y haría el fútbol europeo más sostenible. Los representantes juegan y por ahora esto es lícito. Cuando quieres a un jugador, si eres muy estricto, puede que pierdas una oportunidad que la parte técnica no compartiría. No es fácil y con el tiempo lo irán viendo. Si consiguen ser disciplinados y traer a los jugadores que el área técnica considera lo aplaudiré efusivamente. Pero si se quiere a Haaland, Mino Raiola tiene una forma de trabajar, ya la conocemos.

Malcom costó 40 millones y se pagaron 10 millones en comisiones. Es un 25% del total. ¿Cómo se puede explicar?

Las operaciones de mercado se estudian en función del conjunto entre el jugador y los costes. Yo no estuve presente en las negociaciones y, si se accedió, es porque los servicios técnicos buscaron a un jugador que se iba inicialmente a la Roma y que tenía proyección. En función de las operaciones, el realismo te lleva a aceptar estas condiciones. Desconozco si fue esa comisión, no tengo el detalle ni la he estudiado. Cada historia tiene un relato específico.

El club está investigando varias operaciones en una auditoría ‘forensic’. Se está estudiando si la gestión fue negligente o si hubo mala fe. ¿Se queda con alguna de las dos opciones?

No quiero dar opiniones, lo que pido es que se respeten los acuerdos de confidencialidad y que no haya filtraciones antes de que se termine el informe. Cuando saquen las conclusiones podremos dar respuesta. Mi teléfono está a disposición y tengo la consciencia muy tranquila. Mis compañeros de junta y yo lo hicimos tan bien como supimos.

Algunos de los casos analizados son conocidos. Por ejemplo, el pago de 1,5 millones al CE Laietà por molestias de ruido y polvo. Usted lo conoce perfectamente, ¿le preocupa lo que puedan encontrar?

No encontrarán nada extraño, estoy muy tranquilo. Se puede discutir si la transacción se podía haber hecho por menos importe, pero hay que poner la decisión en el contexto de tramitación del Plan Metropolitano. Recomendado por los técnicos y los abogados, dentro de unos parámetros razonables, nos aconsejaron que negociáramos. Yo no llevé las negociaciones, no intervine. El ‘forensic’ rastrea si hay algo raro, pues no encontrarán nada raro.

¿Teme que este caso acabe en los juzgados?

Ni lo temo ni creo que haya base para hacerlo. Se siguieron todos los procesos pensando en la tramitación y aprobación del Plan General Metropolitano para el Espai Barça. Cada uno defendió lo suyo y, de entrada, pedían más dinero. Está en los correos electrónicos. No tengo ninguna preocupación al respecto.

¿Por qué se derrumbó el Miniestadi si no se tenía la certeza de que se podía construir el nuevo Palau Blaugrana?

Lo derrumbamos en septiembre de 2019 con la idea de aprobar la financiación en los meses siguientes y empezar temas de urbanización. Mientras se hacían los proyectos para ampliar el nuevo Palau de 10.000 a 15.000 avanzamos tareas y tiramos el Miniestadi. Llegó la pandemia, priorizamos el Camp Nou y aparcamos el Palau pensando en reanudarlo cuando tuviéramos la financiación. No fue así y quedó parado.

La vicepresidenta institucional, Elena Fort, dijo el jueves en la SER que calificaba la gestión del Espai Barça de “nefasta” antes de tener los resultados de la auditoría ‘forensic’. Luego verá si cambia de adjetivo. ¿Le quiere responder?

No haré ninguna valoración sobre los adjetivos que utilice. La respeto mucho. Lo único que manifiesto es que estoy muy contento de que en la Asamblea la junta lleve la propuesta para reestructurar la financiación del Espai Barça con una estructura similar a la que trabajamos. Siempre dijimos que es un proyecto de club, es una buena noticia que lo mantengan. No haré ninguna manifestación sobre sus palabras.

¿Ve correcto que el crédito de Goldman Sachs para el Espai Barça pase de 815 a 1.500 millones?

Es un techo y estoy convencido de que si lo pueden hacer por menos, lo harán. Hay dos temas a considerar. El primero, si es para mejorar el rendimiento con mejores tecnologías y más sostenibilidad, bienvenido sea. Además, esto estará aprobado por Goldman Sachs. El segundo, y hacen bien en tenerlo en cuenta, es que el precio de algunos materiales ha subido porque la producción se ha parado durante la pandemia. Teniendo en cuenta estas variables, lo apoyo.

En la ‘forensic’ también está el Barçagate o Bartogate. ¿Bartomeu les ha hablado sobre el asunto recientemente?

Está con sus abogados planteando la defensa y muy tranquilo en ese sentido. No quiero hacer más valoraciones porque está en diligencias previas, no toca. Él está muy tranquilo.

¿El club ha pagado injustificadamente a periodistas? No me refiero a colaboraciones en Barça TV, conferencias en las peñas o presentaciones de actos. Ya me entiende.

No tengo ninguna constancia. Es otra de las cosas que no sé si saldrán en el ‘forensic’. Insisto, cuando expliquen las conclusiones, ya veremos. No quiero entrar en el juego de opinar sobre medias informaciones. No es bueno para el club.

¿Qué valoración hace del medio año de mandato de Laporta?

Hago una valoración positiva. La campaña electoral fue trabajada en la figura del candidato, con una acertada pancarta y con su capacidad de comunicación, pero con un plan de negocio y de viabilidad que necesitaba el club no muy trabajado. Se vio con el tema de los avales, que se decidió la estructura a última hora. Han necesitado un tiempo para engrasar y entender la maquinaria del club y en algunas decisiones tengo una sensación de improvisación. Pero creo que están trabajando mucho y lo pongo en valor. La parte deportiva es compleja con la decisión de Messi y con el mercado como está. Hay temas secundarios, como los cambios. Puedo entender que una nueva junta cambie su gente de confianza, pero se podría haber decidido no tocarlo todo de golpe, como en el balonmano por ejemplo. Tocarlo todo hace que sea más traumático. Tampoco entiendo el debate con las peñas, porque se había avanzado bien en acuerdos de trabajo. En conjunto, mucho trabajo hecho, sin un plan inicial demasiado claro y en función de lo que han ido encontrando el cuerpo ejecutivo ha cogido el mando. Necesitan un cierto tiempo.

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