CRÓNICA
Ya lo avisaba Luis Enrique en rueda de prensa precisamente a las puertas de este partido ante Inglaterra: “Llegarán los momentos malos”. Y como no hay atrevimiento donde no aparezca Murphy con su ley, apenas veinticuatro horas después el nuevo seleccionador nacional estaba cosechando su primera derrota al cuarto partido en el banquillo (2-3). Lo que Julen Lopetegui no hizo nunca en dos años y saliendo por la puerta de atrás de la Federación, por cierto. Tras golear a Inglaterra, Croacia y Gales exhibiendo un dominio abrumador en todas las suertes del fútbol, España pareció por momentos la nueva ‘Armada Invencible’. Pero tuvieron que llegar precisamente los bombarderos ingleses para bajarle los humos a La Roja. La historia, que siempre es cíclica.
¿Qué necesita España para estar en la Final Four de la Liga de Naciones?
El caso es que la selección española saltó al cuadrilátero dejando la misma sensación de ser imbatible como en sus tres partidos anteriores. Sin embargo, en esta ocasión, salió perdiendo en el intercambio de golpes. A los cinco minutos, Marcos Alonso falló en boca de gol con Pickford vencido, mientras que los tres leones en ataque no hicieron ni un solo rehén en toda la primera parte. Ahí estuvo el quid. Tres primeras ocasiones acabaron en tres goles de Inglaterra con los mismos tres protagonistas: Kane, Sterling y Rashford. El del Tottenham dio dos asistencias, el del City firmó un doblete, y el del United marcó un gol y dio otro. A los 36 minutos de juego, los tres puntos estaban ya sobrevolando el Canal de la Mancha.
GETTY IMAGESLa efectividad de los isleños en ataque no fue sino la guinda de cara a puerta a un partido coralmente muy completo, tanto cuando al principio presionaron alto generando dudas y problemas en el combinado español, como cuando luego optaron por aguantar en su propio campo, sabedores de que un robo y la velocidad de Sterling-Rashford podrían ser demoledores. Los tres atacantes, con Kane como estrella, fueron los que portaron el puñal homicida, pero éste fue afilado por toda Inglaterra en su conjunto. Empezando por Southgate, con un cambio de sistema que despistó a Luis Enrique y acabó por ganarle la partida a España.
Lo mejor para La Roja es que es cierto que perdió su aura de invencibilidad y la posibilidad de clasificarse directamente para la Final Four de la Nations League, pero al menos por el camino no se dejó el orgullo por los suelos, como sí que hizo en Rusia o en Francia -en los dos últimos grandes torneos-. La primera parte fue inglesa tras el primer gol al cuarto de hora, sí. Pero España no le volvió a perder la cara al partido ya, exhibiendo orgullo y buen hacer pese a la derrota. Borrando del mapa a una Inglaterra que, también es cierto, se resistió con uñas y dientes a ser Malta.
Alcácer marcó el 1-3 en el primer balón que tocaba a la hora de partido, demostrando que anota hasta en un ascensor hoy en día. Rodrigo se quedó sin que le pitaran un penalti claro de Pickford cuando estaba a puerta vacía. Marcos Alonso se estrelló con el poste en la prolongación. Y ya con el partido acabado, Sergio Ramos pudo acortar distancias con un cabezazo dentro del área que sirvió para maquillar la chocante goleada que mostraba el marcador a la media hora y para dar justo premio a quien más lo buscó en la segunda mitad. Puestos a elegir la forma de caer derrotado, mejor hacerlo con las botas puestas como en el Benito Villamarín.