La primera decisión futbolística que tomó Juan Román Riquelme apenas asumió la vicepresidencia segunda de Boca y se puso al frente del Consejo de Fútbol fue no renovar el contrato de Gustavo Alfaro e ir en busca del hombre por el que siempre había reclamado que se le diera otra oportunidad: Miguel Ángel Russo.
La agenda de Boca en 2020: partidos, fixture y resultados
El Diez nunca entendió por qué, allá por fines de 2007, Pedro Pompilio decidió no renovar el vínculo del entrenador que a mitad de aquel año había ganado la sexta (y, todavía, última) Copa Libertadores de la historia del conjunto de la Ribera y decidió que era tiempo de reparar aquella injusticia, por más que los antecedentes cercanos del DT estuvieran lejos de ameritar su llegada a un club de la envergadura del Xeneize. Así, tras una breve negociación, el 30 de diciembre de 2019 Russo regresó oficialmente al banco azul y oro.
El contrato que firmó el entrenador a fines del año pasado, y que todavía se encuentra vigente, fue por 12 meses: el vínculo finaliza el 31 de diciembre de 2020. Sin embargo, ya fue renovado: el DT firmó por un año más, hasta diciembre de 2021, lo que le asegurará dirigir lo que resta de esta Copa Libertadores y la del año que viene, a la que accedió gracias al histórico título obtenido justo antes del inicio de la pandemia.
Los números de Russo como DT de Boca en la Copa Libertadores
En este primer año de su segundo ciclo, el DT apenas pudo trabajar con normalidad durante poco menos de tres de los nueve meses que lleva transcurrido el calendario, pero le alcanzó para ser campeón de la Superliga (arrebatándole el título de las manos a River). Pero, principalmente, Russo logró devolverle al equipo una identidad que hacía tiempo no tenía. Con eso en mente, Román y compañía tomaron la decisión de que haya Russo para rato.