La vida futbolística de Ezequiel Ham sufrió un giro inesperado el 19 de septiembre de 2015, cuando una patada de Carlos Tevez en un partido entre Argentinos y Boca en La Paternal le causó la fractura de tibia y peroné: el Turquito estuvo un año hasta volver a disputar un partido de Reserva y debió esperar casi dos años para poder jugar un encuentro profesional, el 22 de mayo de 2017. Tras aquel calvario, que marcó por completo su carrera, el mediocampista de 25 años nunca logró recuperar su mejor nivel. Y ahora, encima, sufrió una nueva lesión de gravedad.
Después de pasar 2018 cedido en FC Gifu, de la Segunda División de Japón, Ham regresó al Bicho a principio de este año para cumplir los últimos seis meses de su contrato y, sin lugar en el plantel de Diego Dabove, se sumó a la Reserva que dirige José Luis Calderón. Este lunes, en el partido que el equipo de Caldera disputó frente a Vélez, el volante debió salir reemplazado a los 18 minutos de juego por una lesión en la rodilla izquierda: tras realizarse estudios, se confirmó que padeció una rotura de ligamentos, por lo que estará al menos otros seis meses afuera de las canchas.
