GoalLA GUÍA DE LA SELECCIÓN ESPAÑOLA EN LA EUROCOPA 2020
Aunque Luis Enrique actúe como si no lo supiera, España tiene lo que le falta. Se llama Gerard, se apellida Moreno Balagueró y marca goles con una facilidad que no se recuerda en nadie de la Selección desde la época de vino y rosas. En la última temporada han sido 30, acompañados además de 11 asistencias.
Pero después de volver a salirse en el Villarreal, Gerard no parece ni el Plan A, un Morata atrapado en sus tinieblas, ni el Plan B, Ferran Torres de falso nueve. De momento hay que catalogarle como tercera opción, un desperdicio para un equipo que no se presentó el día que repartían la puntería.
En el 74’, es decir una hora y catorce minutos tarde, Gerard pisó el césped de La Cartuja. La grada lo celebró como si fuera el 1-0. Se aporrearon los asientos y se aplaudió con la fuerza de la ilusión, en una ovación que sirvió de mensaje para Luis Enrique, un seleccionador que sólo se escucha a sí mismo.
A Gerard le dio tiempo a rozar un remate peligroso, a tocarla forzado de tacón, a acariciar la victoria con un cabezazo que salvó en plan héroe Olsen y a probarlo un poco desviado dos veces en el descuento. Agitó una noche en la que se le esperaba como protagonista y su entrenador le relegó a un tercer plano. Contra Polonia debería cambiar la película.