Jurgen Klopp Liverpool Champions League 2018-19Getty

Klopp, a Goal: "Cuando llegué al Liverpool, a nadie le gustaba este equipo"

Había terminado el partido de su vida, el de la Champions. Klopp había disfrutado solo a medias, porque a él le quedaba la burocracia típica del campeón, la rueda de prensa, estrechar algunas manos, pequeñas tareas que cumplimentar hasta, por fin, poder paladear realmente lo que supone ser campeón de Europa. Al llegar al vestuario, cuando ya estaba a punto de conseguirlo, se le acercó Lee Nobes, el fisioterapeuta que había fichado en noviembre desde el Manchester City, y le acercó un teléfono. 

"Cogí el móvil y vi que en la pantalla ponía Pep. Estaba convencido al 100% que era mi Pep ¡Pep Ljinders! [su asistente] pero cuando empezamos a hablar ¡me di cuenta de que era el otro Pep!", cuenta Jurgen Klopp en una entrevista con Goal. 

"Nos respetamos mucho, no sé quién llamó a quién, pero Lee trabajó con él en el City. Fue un momento muy bueno. Hablamos de la gran temporada que fue, bromeamos, estábamos los dos de muy buen humor", rememora. 

Es especialmente llamativa la relación, pues pocos técnicos tienen más motivos que Guardiola y Klopp. Solo un punto les separó en la Premier, un torneo que por primera vez en diez años un equipo logró repetir y que dejó también el mejor subcampeón de la historia de la competición, el Liverpool. Entre los dos equipos perdieron solo 33 de los 228 puntos que estaban en juego. 

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Esa rivalidad deportiva, sin embargo, no ha llevado a una aversión pública como la que se pudieron tener Wenger y Mourinho o Ferguson y Wenger. Entre ellos, solo hay respeto, y eso que su duelo llega desde antes, cuando ambos competían en Alemania. "No necesito ese tipo de 'batalla' en la banda, no necesito ese tipo de emociones negativas cuando veo un compañero a unos metros. Puedo querer ganar igualmente sin tener eso. Para mi el resto de las cosas no son parte del juego, y es obvio que él las ve igual", explica el alemán a Goal

"Por supuesto, en los partidos es diferente, porque ambos somos muy competitivos. En ese momento no me preocupa mejorar nuestra relación, mi atención está en otro lugar. Pero es una relación muy respetuosa", explica Klopp. 

Su año soñado con el Liverpool

"Lo que hicieron es increíble, simplemente increíble", rememora con Goal  en una entrevista hecha en Nueva York, en plana gira americana del equipo. También fue inesperado, sí, al fin y al cabo no era un equipo que otros vieran capaz de llegar a lo más alto del fútbol europeo. El Liverpool gasta dinero, por supuesto, pero además de comprar estrellas mundiales las ha generado. Su desarrollo, como individuos y como colectivo, es la mezcla remarcable de Klopp de motivación y genialidad táctica. Si los 'reds' son "gigantes en mentalidad", es porque él los ha hecho de esa manera.

"Mira, si un jugador no tiene talento para el fútbol, no puedo hacer de él un gran futbolista. Pero en términos de mentalidad, creo que los seres humanos lo tienen, siempre está en ellos", reflexiona Klopp, que pasa al ejemplo.

"Cuanto más te das cuenta de las cosas que haces para gente diferente, lo valioso que es y lo fácil que es irse más allá del límite. Estos chicos tienen talento. Ellos pueden pasarse cuatro años en el precipicio de la montaña los unos por los otros ¡no tengo duda!", reflexiona. ¿Y la mentalidad se puede enseñar? "Por supuesto, puedes aprender, no somos gigantes mentalmente cuando nacemos, nadie lo es, la vida nos hacer serlo", remata. 

Klopp tiene un estilo muy personal para acercarse a los jugadores y, en general, a la gente. Es carismático y es amable. "Sí, me gusta la gente, no solo los jugadores, la gente en general y cuando conoces a alguien ¿por qué no tener buena relación", establece el técnico. Eso, por supuesto, se ve más potenciado con los jugadores. "No es planificado, pero para mí es parte del juego, todo tiene que ver con la frase que dije la primera vez que vine aquí: soy amigo de los jugadores, pero no su mejor amigo". 

"De todo eso me he tenido que dar cuenta yo solo, porque no sabía si iba a funcionar, fue simplemente como salía. No ser el mejor amigo es importante porque tienes que tomar decisiones difíciles a lo largo del tiempo y aunque los chicos no quieran, no siempre lo entienden al momento".

"Así que en la relación hay subidas y bajadas, pero es normal. Lo general tiene que ver con el respeto, me tienen que respetar como ser humano y como su jefe, del mismo modo que yo les respeto a ellos", repite. 

La presión

"Por supuesto que es más difícil con presión. Las decisiones son siempre difíciles o siempre fáciles, depende de como lo mires. Yo no me puede equivocar casi cuando todos los jugadores están en forma por la calidad del equipo. La decisión siempre es correcta y el resto tiene que aceptarla", cuenta sobre el proceso de elección de jugadores. 

"Desde el punto de vista del jugadores es diferente, quieren jugar con más frecuencia, por supuesto, pero sabemos que en la alineación solo hay once y que necesitamos a más de 20 a lo largo de la temporada. Si estás en muy buena forma, tendrás la opción de jugar muchos partidos, incluso si fallas algunas veces tendrás opciones", relata. 

Además, claro, está la edad: "No celebramos todos juntos la Champions en el vestuario, no es que no quisiera, es que estaba exhausto. Luego vi las fotos de todos saltando alrededor, pero yo solo lo escuché desde unos metros más allá, en la sala de entrenadores. Estaba muy cansado, pero estar sentado allí era feliz por los chicos". 

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"No quiero hacer las mismas cosas que hacía cuando era joven, estar en medio de todos ellos".

Los jugadores del Liverpool

Klopp, además, llega con un estilo concreto, que se nota, y elige sus jugadores acorde a esas necesidades. "Pero aún quedan unos cuantos jugadores desde 2015, cuando llegamos ¿eh?", establece. "James Milner, Jordan Henderson, Adam Lallana, Simon Mignolet, cuando llegamos ya estaban, pero igualmente la gente los puede ver como jugadores del estilo Liverpool", relata. 

"Es una cuestión de desarrollo, de  tiempo y de paciencia con los chicos. Tiene que ver con la calidad también", señala. 

"Solo ha habido dos fichajes de los que hemos dicho 'no podemos dudar' que son Ali [Alison Becker, el portero] y Virg [Virgil van Dijk, central]. El resto han tenido que desarrollarse. Eran proyectos que teníamos que ver si lo podrían hacer bien en la Premier League y con regularidad". 

“Gini Wijnaldum y Andy Robertson acababan de descender cuando llegaron al Liverpool. Eran fáciles de fichar, pero no eran fichajes obvios desde fuera", comenta.

"Cuando llegué dije: 'A nadie le gusta este equipo ¡ni siquiera al equipo!' Y era verdad, pero ahora es diferente". 

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