De repente, la vida de Diego Buonanotte dio un giro brusco: su padre, Mario, sufrió un accidente cerebrovascular y está hospitalizado en Buenos Aires, donde el volante viaja semanalmente para acompañarlo, sin dejar sus obligaciones con Universidad Católica. “Cuando despierte, va a estar orgulloso de que haya estado viajando para poder jugar”, expresó el volante en El Mercurio.
“Estoy seguro de que escucha. Le pongo los relatos de los goles y le cuento cómo salió”, agregó el ex-River, dando luego más detalles de cómo está atravesando este drama familiar: “La UC me dio la libertad y creo que pedir el día de recuperación no tiene nada de malo porque en el club confían en que soy profesional y saben que en la clínica de mi papá me tomo una hora para hacer el trabajo regenerativo… Soy un agradecido de este club maravilloso, y mi compromiso es muy grande. Lo más fácil sería irme para estar con mi familia, por todo lo que significa que mi papá esté internado”.
Buonanotte, por otra parte, con este duro presente, decidió ignorar algunas críticas que recibe por su supuesto bajo nivel: “en el fútbol opina todo el mundo y hay mucha gente que nunca tocó una pelota”.
