Julen Lopetegui SevillaGetty Images

El Sevilla y LaLiga: "¿y si...?"

Firma Francisco RicoGoal

El Sevilla se está empeñando en disparar la ilusión de su afición. ¿Puede ganar el Sevilla LaLiga? La respuesta nerviosa y casi supersticiosa del sevillismo es que no pero en los ojos se ve la ilusión de un "¿y si...?". A 8 partidos para el final del campeonato está a seis puntos del liderato, una situación que no vivía desde 2007 cuando llegó con opciones de ganar LaLiga hasta el final pero el título se le escapó en Mallorca en un partido lleno de polémica.

Se pasea uno por Sevilla y parece que alguno se ha dejado en casa la camisa de fuerza. Ve sonrisas pícaras, en los bares hay miradas furtivas a la clasificación de los diarios. Algunos aficionados casi convertidos en contables echan números nerviosos como el que descuenta días para que llegue la salida de su cofradía. Hay hasta quien en las redes ha pedido que se agilice la vacunación en Sevilla por si hubiera algo que celebrar. Se empiezan a memorizar los calendarios, se marca en rojo la visita al Real Madrid. Después recuerdan que llevan 12 años sin ganar en el feudo merengue, cunde el desánimo pero no pueden evitar soñar casi con cierta lujuria cómo celebrarían el gol de la victoria en el Di Stéfano. Es primavera en Sevilla y con a boca llena pero el alma desbocada, el sevillista pasea y sueña despierto con LaLiga. Igual que sueña con volver a pisar el albero de la Feria de abril rodeado de su familia o con cómo será la primera vez que vuelva a escuchar en la calle "Pasa la Macarena". 

El sevillista se ve ante lo desconocido, nervioso por saberse ante algo tan grande y trata de buscar en sí mismo para no dejarse llevar y que después la caída sea peor. Se ha acostumbrado a ganar, a pelear por todo con los grandes, a noches de gloria europea y también al sabor amargo de la derrota cuando un título está cerca. Sin embargo, LaLiga es la última frontera, el paraíso hasta ahora prohibido. La asignatura que se resiste, el último paso para mirar a los ojos a cualquiera y abrazar la grandeza. Sólo los más veteranos recuerdan el título de 1946 en un fútbol que era muy diferente.

Mientras las cuentas de la lechera se disparan. Lopetegui se ha erigido en el Pepito Grillo del Sevilla, la voz de la conciencia y la sensatez. Tiene el entrenador vasco el papel de poli malo y le viene como anillo al dedo. Repite que sólo piensa en preparar el siguiente partido y con ese discurso ya suma 100. Partido a partido como dice Simeone o paso a paso como acuñó Caparrós está haciendo historia. Lopetegui ha salido con la sana intención de ganar en 100 partidos defendiendo el escudo del Sevilla y lo ha conseguido en 60 y no ha perdido en 81. Si se suman, esos son muchos fines de semanas de felicidad e ilusión para su afición.

Con altibajos se podría decir que repartir esta ilusión es lo que lleva haciendo el club durante todo el Siglo XXI cuando en 2001 regresó para quedarse a Primera División. A punto de que se cumplan 20 años del ascenso con Joaquín Caparrós, el Sevilla no se ha cansado de crecer, de soñar y el sevillista sigue preguntándose: "¿y si...?”.

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