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Rodri Manchester City 2022-23Getty Images

Con todos ustedes, el mejor mediocentro del mundo

Amo y señor. Rodrigo Hernández Cascante es el mejor mediocentro del mundo. Ahora que Sergio Busquets abandona el fútbol de elite, el testigo lo recoge, con una autoridad moral y futbolística indiscutible, Rodri. Un futbolista de una pieza, que ha sido y es el secreto mejor guardado del fútbol español. Si existe la perfección en fútbol, se parece mucho a Rodri. Su carrocería es imponente. Su físico parece esculpido en granito. Su cabeza es una mezcla entre un GPS y una fábrica de IKEA. Su pie, un 'Google Maps' que señala, genera y dibuja siempre la ruta más corta. Su fútbol es único, no tiene sustituto natural y en cuanto a toma de decisiones, se equivoca una vez de cada cien. Hay tres cosas seguras en esta vida. Hacienda, la muerte y que Rodri siempre da el pase correcto.

Piedra angular de la obra de Guardiola en la Premier, Rodri ha trabajado, a destajo y en silencio, durante años, hasta convertirse en un futbolista único, que trasciende cualquier escenario, sistema, estilo y época. Horneado en la cantera del Atleti, cocido a fuego lento en Villarreal, reprogramado en el Calderón y sublimado en el Manchester City, Rodrigo no tiene techo. Ni limites. Cada vez es más completo, cada vez juega mejor, cada vez tiene más autoridad y cada vez gobierna más los partidos. Con Marcelino fue la bisagra. Con Simeone hizo la "mili" para la elite. Con Luis Enrique fue el mejor de España jugando de central. Y con Guardiola, ha convertido el oficio de mediocentro en una colección de arte. Construye, destruye, pasa, asocia, gira, quita, presiona, gobierna y lidera. Rodri, cerebral, cartesiano y eficaz, lleva todo un equipo en su mochila. Si el futbolés fuera un idioma, Rodri sería su intérprete perfecto. Nadie habla el dialecto del balón como él. Pulcritud, elegancia, sobriedad, clase y efectividad. Es motor diésel, brújula, referencia y mariscal de campo.

Si fuera balcánico, sería Rodrigic y costaría un pastizal. Si fuera brasileño, sería Rodriginho y nunca habríamos oído acerca de Mauro Silva. Si fuera inglés, sería Rodrinson y sería la crema de la Premier. Si fuera francés, sería Rodrigueau y la órdiga de Zidane le cabría en el zapato. El caso es que Rodri es español. Que le llamaron 'Rodrizontal', que dijeron que no tenía nivel, que estaba sobrevalorado, que no daba el paso adelante y que era demasiado buen chico para triunfar. Se han cubierto de gloria. La realidad es que es el mejor jugador de fútbol que tiene ahora mismo este país, que se merece todo el reconocimiento que la crítica le ha negado durante años y que cada partido que pasa, juega mejor. Rodrigo es poco ruido y muchas nueces. Poca publicidad y mucha clase. Su profesión, mediocentro. Es el mejor del mundo.

Rubén Uría

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