Cuando Phillip Lahm ingrese al estadio Luzhniki, minutos antes del pitazo inicial del partido entre Francia y Croacia que determinará al campeón del Mundial 2018, llevará en sus manos un nuevo y lujoso maletín, con la Copa del Mundo en su interior. La valija, renovada para el actual certamen, fue diseñada por Louis Vuitton y tiene guiños a la cultura rusa.
La pieza de equipaje fue fabricada a mano en el histórico taller que la marca posee en Asnieres, cerca de París, y está especialmente diseñada para contener el trofeo hecho de oro sólido de 18 kilates, de 36 centímetros de altura y 6,175 kilogramos de peso.
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La funda está cubierta por un monograma con el logo de la casa de un titanio precioso grabado con láser y las ocho esquinas están protegidas con el habitual cuero de vaca natural que Vuitton viene usando desde siempre. Todo en un elegante color plateado que contrasta con el deslumbrante dorado de la Copa del Mundo. Su cerradura y seis cierres están hechos de rutenio, un metal de color gris cuyo símbolo químico es Ru
