Faltan todavía varios meses para volver a ver los estadios de fútbol con aficionados poblando las gradas. El mismísimo Barcelona planifica pensando en que el público no regresará al Camp Nou hasta febrero de 2021, cuando la próxima temporada estará llegando a su ecuador, pero hay que tener muy claro que la forma de vivir y consumir fútbol cambiará por completo una vez se ha asumido que el fútbol regresará a puerta cerrada y así se mantendrá por lo menos durante un mínimo de seis meses. Será un tiempo en el que sólo los futbolistas y staff técnico, árbitros y el personal estrictamente necesario para la retransmisión televisiva podrán acceder al recinto.
Los aficionados, de esta forma, deberán quedarse en casa al no estar permitidas las grandes aglomeraciones bajo ningún concepto. Además, cabe tener en cuenta que existe una firme posibilidad de reabrir los estadios limitando el aforo. Es una vía que inicialmente fue rechazada por los grandes clubes pero que toma forma a la vez que se confirma el hecho de que todavía falta mucho tiempo para volver a ver estadios rebosantes de gente. Hasta las televisiones sufren por ello y ello provocará cambios en la realización para evitar mostrar constantemente el vacío del graderío.
Existen otras fórmulas, como la instalación de lonas que cubran las butacas yermas pero ninguna es tan desternillante como la propuesta por el Borussia Mönchengladbach, que ha planteado la creación de figuras de cartón que pueblen las gradas y acompañen al equipo en sus partidos como local. Es una iniciativa que ha calado, pues ya son cuatro mil quinientos socios los ya tienen su propia figura y el club tiene otras doce mil más encargadas. Sin embargo, también cambiarán los estadios y, con ellos, el ambiente que se respire en todos y cada uno.
El arquitecto del nuevo Mestalla, Mark Fenwick, planteó recientemente en EFE que "la instalación de controles sanitarios fijos a la entrada de los estadios -tales como la medición de la temperatura corporal y demás alta tecnología para el reconocimiento facial vinculado a la base de datos y evitar el acceso a personas de riesgo- serán determinantes en la transformación de las actuales instalaciones deportivas ante el nuevo escenario que vivirá el fútbol profesional a medio plazo" lo cual significa que ya se plantean "reducciones de aforo, puertas automáticas y control sanitario en los accesos". Las precauciones, de todas formas, no se producirán en los accesos a los estadios sino también en la misma calle.
Fuentes de la Guàrdia Urbana de Barcelona, corresponsable junto a Mossos d'Esquadra de los dispositivos de movilidad en los partidos del Camp Nou, confirman a Goal que "esperamos las directrices correspondientes para poder operar con las garantías de seguridad sanitaria adecuadas" si bien admiten que "actualmente no está previsto el regreso de los partidos con público" y que la cosa va para largo. En otras palabras, está más que asumido que se constituirán nuevos protocolos de seguridad sanitaria para acceder a los estadios, que la mobilidad también se verá afectada y que todo ello estará tutelado por el Estado pero es algo que todavía no ha empezado a plantearse en demasiada profundidad.
Tampoco los nuevos criterios de seguridad están, a día de hoy, especialmente definidos según explican fuentes de Mossos d'Esquadra. Hasta la fecha los protocolos no han previsto un dispositivo sanitario pero a partir de ahora deberán hacerlo. O mejor, dicho, a partir de cuando vuelva el fútbol a puertas abiertas. "Se ha planteado la posibilidad de contar con cámaras termométricas en todos los accesos pero todavía no existe una regulación al respecto" pues la información médica forma parte de la privacidad de cada individuo y sin una legislación y una regulación claras que todavía no existen no se puede aplicar, si bien es algo que ya está sobre la mesa de las autoridades responsables de la seguridad.
En todo caso quien más perderá son los socios y los aficionados. Los primeros ya saben que no podrán acceder al estadio aunque se retome la competición y los demás deberán asumir que ni siquiera ahorrando podrán permitirse una entrada en su estadio favorito porque ni las hay a la venta ni las habrá en mucho tiempo. A la espera de que el grueso de clubes tome una decisión en cuanto a todos ellos ha sido de nuevo el presidente del Getafe, Ángel Torres, quien ha abierto el camino. "El año que viene, los socios del Getafe irán gratis al campo porque no vamos a cobrar, entrarán gratis al Coliseum" según dijo para aclarar que "lo pagará mi bolsillo". Desde luego, si el fútbol todavía representa algo el Getafe lo encarna mejor que nadie en unos tiempos en los que el fútbol corre el riesgo de convertirse en un bien de lujo.