Luis Suárez es un hombre nuevo desde que llegó al Atlético de Madrid. Tras su salida convulsa del Barcelona, que se cerró tras una llamada de Koeman diciéndole que no contaba con él y que se buscara equipo, a instancias del club, el uruguayo acabó saliendo por la puerta de atrás tras cinco años espectaculares en la Ciudad Condal.
ASÍ FUE EL ATLÉTICO DE MADRID VS. GETAFE
Su llegada al Atlético de Madrid no solo supuso que el cuadro colchonero cambiara su estilo de juego, echándose hacia delante como demandaba un sector de la afición durante varios años, a pesar de que el estilo Simeone había obrado milagros. También que ambos, delantero y club, salieran ganando.
Cabe recordar lo que dijo Messi de Suárez tras su salida del Barça: "Lo de Luis Suárez me pareció una locura cómo se hicieron las cosas. Se fue gratis, pagándole los años de contrato y a un equipo que lucha por los mismos objetivos que nosotros"
Ante el Getafe Suárez adelantó al Atlético con un certero cabezazo. Marcando los tiempos para acabar girando el cuello y enviando el balón a la red con la testa. Era el octavo gol del uruguayo en Liga. El octavo en once encuentros ligueros donde sumó algo más de 1.000 minutos por lo que su media es simplemente espectacular. Está a un gol del Pichichi de la Liga con seis partidos jugados menos y sale casi a gol por partido.
Próximos partidos
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De hecho, ya está a solo cuatro de conseguir igualar los goles del pichichi rojiblanco la pasada temporada en Liga. Los doce goles de Morata en el campeonato liguero fueron insuficientes para las ambiciones de un Atlético que buscaba más.
Iguala los registros de Forlán, Falcao, Diego Costa y Villa, al haber marcado ocho o más goles en los primeros 14 partidos de Liga, en este siglo XXI.
En cuanto al propio Suárez, su instinto goleador había bajado la temporada pasada donde anotó 16 goles en Liga en 28 partidos. Esto supone que ya lleva la mitad de los tantos logrados la temporada pasada y mejorando su media casi al doble. Sin duda, esa llamada de Koeman acabó haciéndole un favor a Suárez, y de paso al propio Atlético de Madrid en una decisión de la que ¿acabarán arrepintiéndose?