El pitido inicial del partido entre Hungría y Austria significó mucho más que la apertura del Grupo F de la Eurocopa 2016 que se desarrolla en Francia. El arranque de dicho encuentro significó la aparición de un nuevo récord en el certamen más importante de Europa que desbancó nada menos que a una leyenda como el alemán Lothar Matthäus.
Lo que sí es seguro es que le protagonista no pasó desapercibido, como cada vez que sale a un campo de juego para defender su portería. Se trata de Gabor Kiraly, el portero de la selección húngara, quien con sus 40 años recién cumplidos, se convirtió en el jugador más viejo en disputar un partido de Eurocopa, superando la marca que ostentaba el recordado Matthäus, que disputó el encuentro ante Portugal en el año 2000 con 39 años y 91 días.
Pero, pese a haberse metido en la historia grande de un torneo tan relevante como la Eurocopa, Kiraly se llevó todos los flashes por otro motivo: su look.
Lejos del gel, los peinados excéntricos, la ropa ajustada y el bronceado que suelen mostrar la gran mayoría de los jugadores de la actualidad, el arquero se caracteriza por una llamativa indumentaria (llamativa para estas épocas, está claro) en la que sobresale un pantalón estilo pijama de un color gris claro y demasiado suelto.
"Soy portero, no modelo", es la frase que suele utilizar el arquero del Szombathelyi Haladás de su país ante las reiteradas consultas sobre su look, que también le atribuye a una especie de cábala. Además, Kiraly admitió que efectivamente usa los pantalones un talle más de lo que corresponde a su cuerpo para tener "mayor movilidad".