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300921 Colo Colo Ñublense Iván Morales Nicolás VargasColo Colo

Todas las versiones del Colo Colo 2021 caen contra Ñublense, su kryptonita

Con el espíritu ganador salió Colo Colo a disputar su 'revancha' contra Ñublense en el Monumental, que se tiñó de blanco y negro pero que más allá de un arranque muy movido vio a su equipo diluirse con el reloj. El 1-5 de la primera rueda, enmarcado en un brote de coronavirus, había que dejarlo atrás a toda costa. Los Diablos Rojos, bien parados, controlaron la salida de Leonardo Gil y se apoyaron en una tríada de delanteros que rara vez contactaba el balón pero que le daba un valor agregado a cada toque.

Para el visitante, cada chance era importante y Matías Moya concretó el 1-0 (único tanto del partido) con un cabezazo esquinado a pase de Hugo Silveira, el Lukaku uruguayo que arribó a Chillán desde Quarétaro. Todos los arietes del Cacique tuvieron su oportunidad para percutar, mas no los acompañó la precisión.

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Y tras irse en desventaja a descansar, la iniciativa con la que arrancaron el complemento los locales no cambió: quisieron comerse al rival, ya con más criterio a la hora de ejecutar jugadas ofensivas, y con 5 remates al arco en los primeros 5 minutos dieron un aviso claro, aunque entre Nicola Pérez y las salvadas de su zaga en la línea zafó el golero charrúa y sostuvo su valla invicta.

El Cacique no decayó en el ítem de la intensidad, y Quinteros innovó con los ingresos de Miiko, Nacho Jara y la pasada de Gabi Suazo al medioterreno, en una vocación ofensiva que se agigantó cuando Luciano Arriagada entró a acompañar a Morales y, definitivamente, el Albo quedó expuesto atrás para fortalecerse cerca de Pérez, a quien no le pesó la presión y aguantó expectante qué más podría producir el favorito, que entre la rotación del esférico no encontró los caminos y cometió un sinfín de faltas que le perjudicaron e impidieron trascender en el juego.

Sin la profundidad de los comienzos, y con la táctica de acumular gente arriba fallida, al Colo podía salvarlo una patriada o un balón detenido. Colo Gil, muy impreciso hasta tomar las riendas de la fluidez del juego, tuvo en su zurda la chance desde el tiro libre, mas Pérez lo aguantó en su orilla derecha. También controló el disparo recto del Torta Opazo, y el final de Joan Cruz ajustado al costado, y fue el tiempo el peor enemigo de un Popular que sigue líder pero que -tal y como contra Cobresal- se cae en casa y abre las expectativas de todos sus escoltas. Con Ñublense, su kryptonita, no pudo Quinteros ni su elenco. No se vale arrinconar cuando no se es concreto. 

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