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Gustavo Quinteros Universidad Católica Copa Sudamericana 2019Getty

El bicampeón indiscutible

Con la ilusión arriba empezó Universidad Católica su 2019. Y lo terminó con la rabia de no poder dar la vuelta en cancha pero con una estrella más (14). El bicampeón indiscutible.

El camino no fue fácil para un Gustavo Quinteros que sí disfrutó del convencimiento del plantel para con su idea de juego, que rotó por cromos y no en su esquema táctico. Un aspecto que caracterizó a los franjeados fue la lucha por puestos específicos, como el del centrodelantero. Diego Valencia arrancó con fuerza en el debut, con un doblete que bajó a Coquimbo en el estreno oficial de Edson Puch, de los más determinantes en la campaña.

El Zanahoria Pérez fue el principal responsable del primer festejo de Iquique como visitante de la UC en la historia. Puch mantuvo su nivel arriba contra Audax Italiano y Unión La Calera supuso una valla complicada pero Carlos Lobos, el único que pateó al arco, aseguró la tercera victoria entre cuatro presentaciones.

El primer golpe de autoridad en la competición fue clave. En una guerra de goles se impuso a Colo Colo con un Sacha Sáez espléndido y un Chapa Fuenzalida batiendo por primera vez el arco de su ex escuadra. Así atrapó el primer lugar, aunque tropezó apenas igualando frente a Curicó Unido.

Quedaron a cuatro consagraciones de la U

La banca deslumbró en Viña del Mar y entre Carreño y Riascos amargaron al Everton una fecha antes del 4-0 a la U en un Clásico Universitario donde Luciano Aued demostró su calidad y liderazgo para imponerse en las peleas del mediocampo. Marcaron Munder y Aued en La Cisterna para bajar a Palestino y también deslumbraron Fuenzalida, Huerta contra la Universidad de Concepción. Marcó Valencia en ese cruce otro gol para crecer y hacerse de un lugar.

Otra caída, a manos de O'Higgins, entrampó los planes de Quinteros de escaparse al anularle sus caminos al arco de Miguel Pinto. Puch y Aued, protagonistas que se repitieron, le dieron otra alegría a los Cruzados para aplacar la pena de la eliminación de Libertadores. Y cinco goles se llevó Antofagasta para que así la franja se asegurara el primer puesto hasta el final del primer semestre, mismo que terminó con una Unión Española cerradísima salvando el punto en San Carlos de Apoquindo.

El camino al bicampeonato

El invierno pegó fuerte en Talcahuano cuando Quinteros viajó con los suyos y el partido se jugó de todas maneras pese a que no estaban las condiciones climáticas. Lo ganaron, además, por imponerse sobre Huachipato con gol de Puch y otra sobresaliente actuación de Aued.

Chapa x 2 y Sáez marcaron contra el Campanil en el sur en otra muestra evidente de la superioridad que existía con sus rivales de torneo. Diez puntos más que Colo Colo, que a la vez firmaba el arranque de un segundo semestre espantoso, alcanzaron en el 1-1 vs. Coquimbo, tarde en la cual Mauricio Pinilla festejó su segundo tanto a Católica en el año.

Los 10 de ventaja se extendieron en la noche de Dituro contra Everton, cuando anotó Aued en una práctica que se convirtió en habitual. Un paréntesis de dominio lo instaló la U, mejor que la UC en el segundo Clásico Universitario pero imposible de amargar a Dituro, el mejor arquero de todos.

Aued fue clave en Antofagasta con su criterio para buscar a los ofensivos, en un duelo en el que insistir marcó la diferencia sobre el término con un centro de Juan Cornejo y un gol de cabeza de Diego Valencia. Al CDA le bastaba con sumar y se había resignado al 1-1 porque, además, tenía un hombre de menos.

13 puntos le sacó al Audax mientras Colo Colo solo naufragaba. Esa fue la ventaja que mantuvo hasta el fin de un certamen que disputó su 80%. Fue en el 0-0 frente a O'Higgins, cuando la UC dio 501 pases y se apeló al juego de centros al apostar por un triple 9 de Sáez, Valencia y Riascos.

14 títulos en 82 años

Quedaban un par de recitales de confirmación. Dos de Fuenzalida y dos de Pinares, uno que renació en la precordillera, acabaron con la ilusión curicana en su propia casa. Chapadios estuvo en todas y Pinares fue enfático en "no darle chance a nada". Comprometidos con el objetivo y peleando un torneo aparte por el título, la comida estaba en el horno.

Sáez, Puch, Pinares, Buonanotte y Fuenzalida golearon a Cobresal por cinco de diferencia. El número cinco se repitió bastante, e incluso en la Supercopa (humillación a Palestino y el primer título de Quinteros). Ante los Mineros, la hinchada cantó por celebrar la estrella contra Colo Colo, pero ese compromiso nunca se jugó.

Sí el que marcó la tercera y última derrota, en el partido final para los de la franja. Unión La Calera se adelantó mediante Josepablo Monreal y cuidó el gol a favor aunque Augusto Batalla apenas recibió un tiro directo bajo palos.

Con 53 puntos Universidad Católica estará en la próxima Copa Libertadores, en fase de grupos, y puede desembolsarse tres millones de dólares porque se le otorgó la gloria en medio de la crisis social que sacude a Chile y que no permitió el fin de la competencia oficial. Pero el título es indiscutible. El segundo bicampeonato cruzado no tuvo oposición en prácticamente ningún rincón del fixture.

Los goleadores fueron Fuenzalida (10), Aued (5), Pinares (5), Puch (5), Valencia (4), Sáez (4), Riascos (3), Buonanotte (2), Lobos (2), Huerta (1), Lanaro (1), Munder (1) y Carreño (1).No pudieron gritar David Henríquez ni Jeisson Vargas, pero a uno le dieron 71 minutos y al otro 57 en todo el año. Los máximos asistentes tampoco sorprenden. El Chapa con 6, Luli y sus 5 más Pinares y Cornejo con 4.

Aued lideró a los once con más minutaje, con 1.958 y 21 titularidades. Huerta y Dituro hugaron 1.800, Fuenzalida 1.605, Lanaro 1.585, Pinares 1.568, Puch 1.319, Cornejo 1.272, Rebolledo 1.242, Magnasco 1.136 y Kuscevic 1.032. Claro, se repiten varias zonas (entre ellos hay tres laterales y tres centrales) porque la rotación fue una constante. En ese listado, por ejemplo, no aparece ningún centrodelantero, pero Valencia fue el que más jugó, con 1.014', por sobre Sáez (895) y Riascos (434), que pasó desapercibido sin pena pero con la gloria de dos títulos.

Aued no fue el mediocentro, labor de la que se encargaron principalmente Fuentes y Saavedra, por lo que su compromiso con el ataque maduró. Así fue uno de los dos enlaces, junto con Pinares, del ataque que en las bandas no supuso dudas con Fuenzalida y Puch.

Las ganas por siempre buscar más anotaciones abundaron en esta Católica del título 14. En ese sentido, nunca puso freno de mano cuando su contrincante no tenía esperanzas. En rigor puso el profesionalismo por encima de los aspectos sicológicos. Así se consolidó como el único candidato a la copa casi siempre. Nadie pudo debatirles y el fútbol se frenó casi por unanimidad de clubes que asumían que no había cómo arrebatarles el cielo, que en la década fue mayoritariamente del blanco con la banda azul a nivel de torneos de Primera División.

Más récords quedaron en los estantes de la historia del fútbol chileno. Toselli y Fuenzalida ya han gritado siete veces campeón entre todas las competencias, hay seis bi-bicampeones (Lanaro, Magnasco, Kuscevic, Rebolledo, Fuentes y Fuenzalida) en el plantel, que se coronaron con Salas (2), Beñat y Quinteros y sus 594 puntos, por sobre los 573 de Colo Colo y los 553 de la U los convirtieron en el equipo más regular y de mejor rendimiento en la etapa 2010-2019, una que culminó con otra muestra ejemplar de la hegemonía de Universidad Católica en el fútbol de Chile en la actualidad.

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