La venta de los activos del Barcelona, las famosas palancas económicas de las que Joan Laporta habla desde que tomó posesión del cargo de presidente el 17 de marzo de 2021, ha entrado en una dimensión distinta e inesperada. Hasta hace pocas semanas, la idea de la entidad azulgrana era vender el 49% de las acciones de la productora de contenidos audiovisuales Barça Studios y el mismo porcentaje de Barça Licensing and Merchandising (BLM), la empresa que comercializa los productos oficiales del club, a sociedades o fondos especialistas en cada sector. Es decir, encontrar partners que ayudaran a desarrollar los proyectos y que aportasen capital inmediato a cambio de quedarse con un alto porcentaje accionarial, siempre inferior al que debía mantener el club catalán.
Estudiadas y analizadas otras opciones, la situación ha cambiado. A día de hoy y según pudo saber GOAL, el Barcelona negocia con varias empresas la cesión de los derechos de sus filiales por un tiempo determinado. Es decir, la idea es no vender los activos, sino ceder una parte de sus derechos durante un periodo limitado. El medio especializado "2Playbook" avanzó el pasado viernes que la entidad barcelonista ultimaba las negociaciones por Barça Studios y BLM con consorcio formado por Fanatics e Investindustrial, información que el club confirmó a este medio. Este martes por la mañana, "Mundo Deportivo" publicó que el Barça avanzaba en la venta de estos activos por unos 400 millones de euros (200M por cada uno de ellos) y por 10 años. Consultadas por GOAL, fuentes del Barcelona confirmaron las negociaciones pero matizaron que se habla de "cesión de derechos por un tiempo determinado" y no de una venta formal del accionariado.
Según explican desde la entidad barcelonista, las conversaciones siguen abiertas pero esperan poder cerrar la operación antes del 30 de junio, algo que permitiría cerrar el ejercicio económico con beneficios y, en consecuencia, ampliar el límite salarial ahora mismo negativo en 144 millones de euros. A día de hoy, el Barcelona sigue hablando con las sociedades interesadas en sus filiales para convencerlas de la idea de cederles el 49% de los derechos por un tiempo concreto, algo por lo que en el club se muestran optimistas. Ahora bien, el dinero que consiga el Barça no le convertirá en un club rico y con la cartera llena para fichar. Es decir, el equipo azulgrana no irá al mercado con 400 millones. Gran parte de ese ingreso servirá para reducir una deuda que roza los 1.500 millones de euros, mientras que la otra parte sí podrá ser utilizada para mejorar el límite salarial y poder inscribir a nuevos jugadores, como los fichajes ya cerrados de Andreas Christensen y Franck Kessié. El club seguirá necesitando vender a varios futbolistas y reducir los salarios actuales de la primera plantilla masculina -Frenkie de Jong es clave- para poder incorporar a nuevos futbolistas y mejorar la plantilla.