Rubén Uría, Adrià Soldevila y Nizaar Kinsella.
El Barcelona ha acelerado el paso durante las últimas semanas para firmar al central Andreas Christensen, que termina contrato con el Chelsea el próximo 30 de junio y que es considerado un perfil ideal para ocupar el eje de la defensa azulgrana. Desde el club catalán, así como desde el entorno del jugador, consideran que el Barça está ahora por delante del Bayern de Múnich en la carrera por firmar al futbolista, por el que no tendrán que pagar ningún traspaso al quedar libre a partir del 1 de julio. Desde enero, Christensen puede negociar con cualquier club que desee contratarle sin comunicárselo al Chelsea.
Según ha podido saber GOAL, el fichaje del central danés está prácticamente acordado y faltan los últimos flecos, ya que está supeditado a que pase con éxito el chequeo médico correspondiente. Christensen, que tenía varias ofertas sobre la mesa, tiene decidido fichar por el club azulgrana, declinando el interés del Bayern de Múnich, entre otros clubes. El equipo liderado por Xavi Hernández espera cerrar el acuerdo en los próximos días con una propuesta de cinco años, hasta 2027, y con una oferta superior a la del Bayern de Múnich.
De hecho, esta es una operación que Mateu Alemany, Director de Fútbol del Barcelona, lleva madurando varios meses. Incluso la pasada semana, Alemany viajó a Londres para cerrar el acuerdo y anticiparse al Bayern. El conjunto alemán se reunirá esta semana con el agente del futbolista, que a sus 25 años sería para los bávaros el reemplazo perfecto para Niklas Süle, que tiene un precontrato con el Borussia Dortmund, aunque no es definitivo que se mude al oeste de Alemania.
¿Qué pasó entre el Chelsea y Christensen?
Los blues quisieron renovar el contrato del internacional danés y el mismo central, por el que el Chelsea pagó 500.000 libras al Brondby, inicialmente quería quedarse. Sin embargo, las negociaciones se rompieron por los bonus y las comisiones que pidió el agente al club londinense, pese a que Christensen había aceptado un salario de 140.000 libras semanales. Por una parte, fuentes del Chelsea creen que el jugador no quería realmente renovar, mientras que la otra parte considera que el problema fue la falta de acuerdo en los honorarios del agente. Las conversaciones por la renovación terminaron con los dirigentes del club enfadados y con Thomas Tuchel criticando públicamente al jugador.
Azpilicueta y Kessié, en la recámara
El Barça también maneja otras opciones de mercado con estas características. César Azpilicueta, que tampoco ha renovado con el Chelsea y tiene una conversación pendiente con el club de Londres, también está en el radar azulgrana. El Chelsea tiene una cláusula unilateral para poder renovar su contrato y el jugador desea salir por la puerta grande de un club en el que ha marcado una época, si es que las partes así lo creen conveniente. La salida de Roman Abramovich debido al conflicto bélico entre Ucrania y Rusia y la más que probable marcha de su mano derecha, la Directora Corporativa Marina Granovskaya, han dejado un vacío de poder en el Chelsea que provoca cierta incertidumbre en la continuidad o no de Azpilicueta. Otro nombre propio es el de Franck Kessié, centrocampista del AC Milan que acaba contrato este verano y por el que hay varios clubes interesados. Entre ellos, el Barça.




