Eduard Romeu BarcelonaGoal

Eduard Romeu: "Queremos matar los diferimientos salariales"

El jueves 16 de junio, los socios compromisarios del Barcelona votarán para autorizar, o no, a la junta directiva del club catalán a negociar la venta de un máximo del 49,9% de las acciones de Barça Licensing and Merchandising (BLM), la empresa propia que gestiona los productos oficiales del club, y a ceder un máximo del 25% de los derechos televisivos de los próximos años. Son dos de las famosas 'palancas' económicas que la entidad azulgrana puede activar para conseguir ingresos inmediatos que ayuden a revertir una situación financiera muy complicada. A día de hoy, el Barça sigue sin poder inscribir a ningún jugador. El balance da pérdidas y los fondos propios son negativos en 500 millones, algo que impacta directamente sobre el límite salarial del primer equipo de fútbol masculino. Sin límite, no hay fichajes y el club blaugrana seguirá atado de pies y manos. La solución de la junta directiva de Joan Laporta es activar dichas 'palancas' en la Asamblea del próximo jueves. A falta de tres días para la Asamblea, el vicepresidente económico de la entidad, Eduard Romeu, atiende a GOAL en su despacho profesional situado en la Vía Augusta de Barcelona.

¿La situación actual del Barça es peor o mejor que la del año anterior?

Hombre, mejor. Por una razón elemental, porque sabemos dónde estamos. Hace un año no lo sabíamos. También porque hemos empezado a buscar y a tener cerca las soluciones. Estamos en una fase de decidir qué ejecutamos, cómo lo ejecutamos y cuándo. Hay un trabajo más oscuro, que es el de ingresos, que tiene un período de madurez largo y, por lo tanto, esto no fructifica hasta al cabo de unos meses. Se puede juzgar a tres meses por los gastos, porque son de efecto inmediato en la cuenta de resultados, pero en los ingresos, si lo quieres hacer consistente, es más largo llegar a acuerdos, porque son más complejos. Hemos sembrado mucho y llega el momento de recoger los frutos.

¿Qué se ha sembrado?

Creo que mucho. En primer lugar, a nivel de imagen, hemos salvado la desconfianza que había hacia el club. Esto se ha visto en el mundo financiero, donde hemos levantado operaciones impensables. También en el tema jurídico había un desamparo que hemos resuelto. Cada vez tenemos menos problemas en este sentido. No es normal tener conflictos y demandas cruzadas con patrocinadores. Lo hemos ido regularizando. Luego, hemos encontrado nuevos acuerdos a largo plazo manteniendo los actuales. Todo esto se ha hecho. Luego, el hecho de buscar los compañeros de viaje para los diferentes tipos de negocio que tenemos, las famosas palancas, aquí hay un trabajo intenso de muchos meses. Estamos en el punto de tomar decisiones.

Dijo en “SPORT” que, si el club no actuaba, las pérdidas serían de 150 millones esta temporada. Estaba presupuestado vender Barça Studios por 50 millones y llegar a cuartos de la Champions. Eso cayó. Pero para llegar a 150 millones, ¿qué ha fallado más?

Puede que fuéramos demasiado voluntaristas u optimistas en el asunto de la rebaja salarial. Pensábamos que conseguiríamos más cifra de la que realmente ha sido. Es uno de los motivos. También es cierto que se han producido algunas incorporaciones que no estaban previstas. Esto ha afectado en la cuenta de resultados. Pero si no lo hacíamos, en ese momento éramos novenos, puede que no hubiéramos llegado a entrar en la Champions. Es cierto que cargamos con una parte de gasto en una situación en la que no estaba previsto hacer inversiones de estas características. Pero nuestra obligación era esta. El presupuesto era optimista y muy agresivo.

¿El fichaje de Ferran Torres en invierno perjudicó el ejercicio económico de esta temporada?

De entrada no particularizo en nadie, sino en cualquier jugador que se haya incorporado e incluso al que se haya podido mejorar el contrato. Obviamente, esto ha empeorado o ha generado más gasto del previsto. Esto es así. Pero no entro a valorar el fichaje de uno u otro, porque no es mi área de competencia. Si Ferran ha venido en estos términos es porque son los únicos en los que podía llegar. Nosotros atendemos en todo momento, en la medida de nuestras posibilidades, lo que el entrenador ha pedido.

La Asamblea autorizará o no que el club pueda negociar la venta del 49,9% de BLM. Esto quiere decir que, una vez cerrado el acuerdo de venta, habrá otra Asamblea para ratificarlo?

No habría que hacer otra. Lo que estamos pidiendo es que nos autoricen la venta. No pedimos nada más. Tenemos varias opciones y algunas que se acabarán de incorporar y entiendo que no haría falta una ratificación posterior. Yo no soy jurista, pero tampoco tendría ningún inconveniente en que se celebrara otra. Siempre digo que la transparencia es ideal, lo que pasa es que a veces choca con la negociación. Y por otro lado, en este caso el daño ya está hecho. Nadie se ha preocupado por si se pidió permiso para tener el desequilibrio que tenemos. Ya dije que no tendría inconveniente en hacer un referéndum como ya se hizo antes, pero son activos a disposición del club. No pedimos hacer nada más. No veo que sea necesaria una ratificación, desde mi punto de vista.

¿Entiende entonces que haya cierta polémica porque ningún socio sabrá a quién se vende y por cuánto?

Tenemos una normativa de responsabilidad social importante y un código ético. Siempre nos moveremos dentro de estos términos. Lo único que puede pasar es que sea el señor A, B o C. Si está dentro y aprobado por Compliance no habría más que decir. Nosotros marcamos unas líneas, que en caso de BLM es un socio minoritario y en el caso de los derechos de TV es un máximo del 25%. Si hacemos estas acotaciones, lo que intentaremos es maximizar los ingresos. Pedimos esta capacidad de poder operar con flexibilidad. Partimos de una base, que el legítimo propietario es el socio. Lo primero que se te puede ocurrir es decir “miren, el mal es este y dividido por el número de socios, esta cifra es la solución”. Pero decidimos no hacerlo atendiendo a que el socio no es responsable directo de la situación y porque existe una crisis importante. Si no tenemos este mecanismo para que la propiedad afronte el problema, tenemos la posibilidad de jugar con los activos. Repito, esto es para revertir un daño que ya está hecho. No significa que nos vendamos las cosas porque sí. La situación es insostenible.

La situación es tan extrema que la única solución es vender activos, entonces.

Tenemos que poner en valor nuestros activos lo máximo posible porque el desequilibro patrimonial solo nos conduce a una situación de debilidad a la hora de negociar. No solamente en el mercado financiero, sino también en operaciones de gran transcendencia como la del Espai Barça, ahora es el momento de la verdad, de tener la foto más potente para tener poder negociador. Es necesario hacerlo.

Con estos movimientos, con la venta de BLM, Barça Studios y el 25% de los derechos, ¿el Barça está más cerca de parecerse a una SAD o sigue igual de lejos?

Precisamente, si queremos utilizar esto es para evitar lo otro. Seguro que el Barça tiene candidatos que invertirían, pondrían dinero y revalorizarían el patrimonio del socio. Pero evidentemente lo queremos evitar a toda costa. Y no solo evitarlo, sino poder competir contra los que sí son esto, los que tienen recursos ilimitados y a los que los reguladores les permiten márgenes de maniobra a cambio de unas multas insignificantes para ellos. Estamos compitiendo en condiciones muy diferentes.

¿En su empresa particular usted vendería un activo estratégico sin saber cifras, ni el comprador, ni los tiempos?

Si me encuentro en una situación con este desequilibrio patrimonial, en estado de quiebra y sin los socios poniendo dinero porque no los tienen o porque no quieren, no tendría otra opción que encomendarme a lo que haya confiando en la buena gestión. Lo único que pedimos es que nos hagan confianza. Le digo que quiero resucitar esto, con el símil que hizo el presidente con el tema médico. Nos encantaría dar mucha más información, pero esto iría en contra de la negociación que estamos llevando a cabo. Y si tenemos que esperar a tener la operación atada para luego convocar una Asamblea, no estamos a tiempo. Tenemos un tema de reloj, de fechas ciertas: 30 de junio y 31 de julio. Como hicieron el año pasado, que nos confiaron poder conseguir financiación a largo plazo, es un momento propicio para poner en competencia a los inversores. Ahora no nos reconocen el potencial que tiene todo esto porque piensan que el Barça está en una situación delicada y podrán obtener rédito. Lo que queremos es ganar tiempo. No haremos este negocio a cualquier precio. Si no es un precio que nosotros queremos no lo haremos. Hay grupos que aprietan y lo quieren por menos pero, si ven que el club es inmovilista, que todo se alarga y se les pasa el arroz, acabarán cediendo ellos. Es un juego.

El 30 de junio porque termina el ejercicio económico pero, ¿por qué 31 de julio?

Es el momento en el que se hace el cálculo del Fair Play Financiero de LaLiga. Si no quieres depender de la famosa regla 1/3, que por cada tres euros de ahorro puedes invertir uno, tienes que estar en una situación patrimonial determinada que sea creíble. Para que sea creíble a nivel de futuro, no solamente para los mercados sino también para LaLiga, la carta de presentación deben ser beneficios esta temporada y, a la vez, revertir el balance y tener fondos propios positivos. Son los dos requisitos importantes que piden, entre otros.

¿Sería un milagro hacerlo este verano?

Hay que hacerlo muy bien, pero no sería un milagro.

Para tener beneficios y los fondos propios positivos, que ahora son de 500 negativos, ¿es suficiente con vender el 49,9% de BLM y ceder el 25% de los derechos audiovisuales?

Intentaremos no llegar al 25%, esto para empezar. En el caso de BLM, desde el punto de vista económico, aunque el club no estuviera en una situación delicada sería inteligente buscar un socio industrial que nos diera una expansión a la que no llegas. Nos manejamos muy bien con el negocio de proximidad y las tiendas propias, pero el mundo es muy grande. Teniendo a Nike, que es muy potente, nos falta este empujón comercial e industrial. Si vamos con el mejor partner se nos abren los mercados asiático y americano, donde tenemos una presencia enorme sin explotar. Estamos convencidos que este porcentaje que se quede el inversor no solamente nos aportará dinero inmediato sino que, a la vez, nos proporcionará unos ingresos adicionales que compensarán este porcentaje. Queremos regular también el beneficio que se llevará este socio y tener la opción de recomprar el porcentaje vendido. Es una operación que debemos hacer.

Vamos con la parte de derechos audiovisuales.

Esto sí es un ingreso ordinario. Es una financiación pura y dura. Así como el primer punto debe haber un socio industrial, aquí los operadores son financieros. Hay muchos fondos y mucha gente que puede hacerlo. Saben que recuperarán el dinero con los ingresos futuros. Lo que haremos es la operación inversa a la hipoteca, que a partir de unos años la cuota baja. Intentaremos que sea el mínimo porcentaje posible y el mínimo plazo posible, si es que finalmente activamos esta palanca, que es la que menos me gusta. Hay dos prioridades: BLM, que nos daría una expansión importante, y luego está Barça Studios, que estamos habilitados para venderlo pero no hemos encontrado lo que queríamos. Una vez hemos hecho las valoraciones, hemos visto que el potencial es bastante superior a los 50 millones presupuestados. Barça Studios ahora nos genera pérdidas, no nos aporta. Si me preguntas el orden, Barça Studios y BLM son prioritarios, y la que menos me gusta es la de los derechos, que es la fácil.

Con estas palancas, ¿el Barça que cifra busca? ¿Qué necesita el club?

Yo he dicho siempre que si me quieres hacer un hombre dame 700 millones. Eso para ir relajado. Pero una cosa es la obtención de esto, pasarlo por la cuenta de resultados de pérdidas y beneficios y que repercuta en los fondos propios, que es algo que tendríamos que hacer antes del 30 de junio; y la otra es, una vez resuelto esto, qué haces con el dinero. Tenemos que hacer refuerzos y paralelamente hay que rebajar la masa salarial. Soplar y sorber a la vez no es fácil, pero tenemos profesionales que lo sabrán hacer. Además, tenemos una deuda de 1.350 millones de euros que debemos rebajar. Como financiero me gustaría que fuera, como máximo, de dos veces el EBITDA. Es decir, lo que estaba previsto en el artículo 67 de los Estatutos por el que se nos concedió un margen.

Hace unos días dijo en “RAC1” que la masa salarial era de 560 millones. En el presupuesto estaba contemplado rebajarla a 470. ¿Qué ha fallado en este punto?

Lo decía al principio, hicimos un presupuesto exigente. Tú apunta al cielo y llegarás al campanario. Si apuntas al campanario llegarás a la farola. Nos tenemos que auto exigir. Pero pasan cosas durante el año. Ha habido una serie de inversiones no previstas y acuerdos que se han acabado produciendo. Lógicamente, no hemos sido capaces de hacer la rebaja con la intensidad que pensábamos. Se ha hecho un gran esfuerzo, porque veníamos de una situación mucho peor, pero no es suficiente. Tenemos que seguir incidiendo. Estos 470 son todavía altos respecto a los 400 de objetivo que tenemos. Mira si tenemos recorrido todavía, 160 millones.

¿Y esto cómo se consigue?

Se consigue disponiendo de dinero. Parte de la deuda que tenemos se debe a que existen mochilas. Queremos matar los diferimientos salariales. Sería la forma no solamente de reducir deuda sino de cerrar un ejercicio correctamente, porque ahora están condicionados por estos diferimientos. Si somos capaces de eliminar diferimientos para nosotros será mejor.

¿La idea entonces es pagar de golpe lo que se difirió?

Es parte de la negociación que debemos llevar a cabo. Pero negociar con dinero es una cosa y negociar sin dinero, otra. Lo que le pedimos a Mateu Alemany en diciembre era muy complicado, de ahí que no hayamos tenido el éxito que esperábamos.

¿Entiende las quejas de Sergio Busquets y Jordi Alba cuando dijeron que se habían enterado de la rebaja por la prensa?

Yo he dicho varias veces que tengo la suerte de que, dentro de mis tareas, no está la de negociar con jugadores. A parte del cariño que les tengo, además siendo mis ídolos, imagínate que tuviera que ponerme delante suyo. No sería bueno. Es una posición muy complicada, pero de todas formas nadie se tiene que dar por aludido. Cuando hemos hecho nuestras exposiciones hablo de números objetivos, no hablo de cifras aleatorias. No he particularizado en nadie. Puedo entender que, ya sea como capitanes o a título personal, hayan hecho una declaración en este sentido. Todo tiene su momento y todo llegará.

Alba dijo que, si tan mal estaba el club, debería centrarse en competir con los jugadores de la cantera. ¿Está de acuerdo con sus reflexiones?

La columna vertebral del club siempre es la cantera. Por lo menos en el modelo que el presidente Laporta llevó. Está claro que la columna vertebral tiene que ser de la casa y luego, como siempre ha pasado, aquellos complementos que no tienes en casa los encontramos fuera. Pero estoy totalmente de acuerdo, es nuestro modelo.

¿A día de hoy es sensato hablar de fichajes?

Todo dependerá de la capacidad que tengamos de cerrar las negociaciones que tenemos calientes. Por eso necesitamos que el socio nos haga confianza. Si lo cerramos tendremos más fuerza. En el apartado de fichajes ya es una cuestión meramente técnica. Me preguntan siempre si venderemos o no. Desde el punto de vista de equilibrio patrimonial y de ingresos, desde el área económica no tenemos ningún ingreso computado por la venta de jugadores. Si se produce será por decisión técnica. Desde nuestra área nos reservamos y no queremos intervenir ni en entradas ni en salidas. Lo he dicho alguna vez, prefiero que me digan jugador A, B o C para evitar cometer indiscreciones sin mala intención y porque no debo opinar.

Christensen y Kessié están fichados pero no se pueden inscribir a día de hoy. ¿Es coherente entonces hablar de Lewandowski, Bernardo Silva, Koulibaly, Koundé, etc? ¿Si no se cierran las palancas económicas, alguno de ellos puede llegar?

Si no hemos sido capaces de cumplir con los requerimientos que pide LaLiga para fichar libremente, tendremos que adaptarnos a la métrica del 1/3. No tenemos otro margen de maniobra. No hay más.

¿Le parece adecuado que salgan todos estos nombres como futuribles del Barça?

También han salido nombres de grupos financieros a los que no me he dirigido y que llegan directamente o a través de terceros. Creo que es normal que salgan nombres, pero de ahí a la realidad puede que no sea exactamente así. Si en mi área pasa, probablemente pase en las otras.

Uno de los objetivos importantes para rebajar la masa salarial es que salgan jugadores. El año pasado se ofreció la carta de libertad a Umtiti y Pjanic, pero no la aceptaron. ¿Se la volverán a ofrecer?

Este es un tema que no me compete, pero sí es cierto que prueba de que la masa salarial está altísima es que situaciones como estas se rompieron porque el salario anual era muy alto respecto al valor de los jugadores.

¿De ahí que no les pueda fichar ningún club?

Claro.

¿Y una medida drástica como rescindir contratos, aunque luego se tenga que dirimir en magistratura?

No lo sé, depende del departamento jurídico. Tengo la gran suerte de que este punto no me toca.

¿Tiene alguna espina clavada porque Ferran Reverter no acabara de funcionar como CEO?

No es que no funcionara. Ferran funcionó y muy bien. Lo que pasó es que estamos hablando de modelos. El modelo de Ferran era uno y el Barça tiene unas particularidades muy diferentes a las de una empresa ordinaria. Es muy difícil la adaptación. Como principal ejecutivo fue una pérdida importante para el club, no me duele reconocerlo. Y a nivel personal le tengo un aprecio muy especial. Cuando uno es CEO o Director General y tiene una autonomía importante en una empresa, hace y deshace como quiere. Aquí tenemos un presidente ejecutivo y unas casuísticas muy diferentes a las de una empresa ordinaria. Creyó que no podía actuar con la libertad que quería y para no perjudicar fue preferible parar ahí. El Barça es mucho más complejo que una empresa. Hay un componente social muy grande y hay ciertas decisiones que en una empresa tomarías pero que en el Barça no se pueden tomar.

¿El Barça necesita un CEO?

Hemos demostrado que se puede trabajar sin CEO. Eso sí, con los directivos bajando más a la arena. Yo entiendo que una vez podamos marcar las líneas de actuación básicas sí sería bueno una profesionalización sin perder este componente de empresa familiar, como decía el presidente, de consenso, de tener muy presente quien es nuestro propietario. El socio tiene unos sentimientos y a veces esto complica la gestión, a la vez que la hace muy bonita. Ferran cogió el Barça en el momento de máxima dificultad y le tenemos que agradecer el trabajo hecho, que ahora tiene continuidad.

Sin Reverter y veremos si se va Jaume Guardiola, el presidente de la Comisión Económica, ¿usted se siente a gusto en el Barça?

Por supuesto. Lo de Jaume es otro tema. Si sale escogido como presidente del Cercle d’Economia, él considera que es incompatible compaginar las tareas. Es verdad que para mí, no solamente Jaume sino toda la Comisión, tiene un estatus muy importante aunque sea solo consultiva. Sus opiniones y recomendaciones son muy importantes. Si la pregunta es si estoy cómodo, lo estoy. Tengo la confianza del presidente y la estimación de mis compañeros de junta. Me siento muy cómodo. No ha habido ninguna injerencia en la parcela económica. El presidente está centradísimo en resucitar esto y, por lo tanto, ha entrado para dar apoyo a este área cuando puede parecer que la deportiva manda. Creo que se le está confiriendo la confianza que tiene. Eso sí, mi carta a los Reyes Magos es que dejemos de hablar del área económica porque querrá decir que todo va bien.

¿Por qué se mantiene esta guerra dialéctica con Javier Tebas? ¿No hay manera de que LaLiga y el Barça se sienten a comer un pà amb tomàquet y se entiendan?

Puede que sí, que falte un pà amb tomàquet [se ríe]. Esta hostilidad absurda que no nos conduce a ningún lado tiene que ir menguando. No nos conviene ni a unos ni a otros. Lo único que digo es que estoy de acuerdo en que el Barça no debe tener tratos de favor. Eso no es discutible, pero el Barça no debe ser tratado peor que otros. Las injerencias no nos gustan, sobre todo cuando han podido ocasionar problemas con algún jugador al que le entran las dudas cuando quien le tiene que inscribir hace ciertas declaraciones. Eso no ayuda a tener buenas relaciones. Dicho esto, la situación del Barça es culpa del Barça, me sabe mal que LaLiga no haya levantado la mano y no haya avisado, pero ya está, hasta aquí. Sabemos cuáles son las reglas del juego, sabemos cómo enderezar la situación y solamente pedimos que nos dejen trabajar. Y la mejor forma de no tener ningún problema es estar en cumplimiento. Seguro que cumplir con las normas y dejar de depender unos de otros hará que nos reconciliemos con LaLiga. No tiene ningún sentido que no sea así.

Anuncios