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Decepción en el Real Madrid: “Es una cagada”

Dos de la tarde del domingo, y el vestuario del Real Madrid en el Santiago Bernabéu era un ‘velatorio’. El equipo blanco acaba de confirmar su derrota frente al Girona (1-2) y veía así cómo se volvía a alejar a nueve puntos del Barcelona en la clasificación. En apenas hora y media habían perdido todo el terreno conquistado en el último mes y medio. “La Liga no está perdida en absoluto. Para nada”, dijo Solari en rueda de prensa poco después del pitido final. Aunque en realidad, nadie en el Real Madrid puede negar ni evitar la desazón por ver interrumpida una racha que estaba ilusionando a todos en Concha Espina.

“Es un importante paso atrás”, reconocerían a Goal fuentes autorizadas del club blanco poco después del partido, aún desde el palco del Bernabéu. Resignados. Conscientes de que el golpe anímico y el revés matemático en la tabla es considerable. “Es una cagada”, comentan a Goal otras fuentes del vestuario del Real Madrid, sin paños calientes. En público, los portavoces ante los medios en el estadio usan un lenguaje más comedido, pero a Goal en privado no aciertan a tildarlo de otra manera. Y es que, desde que el partido finaliza, la tristeza, la rabia y el enfado por ver volar los tres puntos del Bernabéu se acrecientan entre todos los estratos del club blanco conforme el domingo va consumiendo sus horas y va cayendo el sol por la tribuna oeste del coliseo blanco.

En rueda de prensa, Solari trató de explicar la sorprendente derrota por el buen hacer del Girona, así como por el desgaste físico y anímico de las últimas dos semanas en el Real Madrid. En frío, desde el equipo blanco también se acordarían de las numerosas ocasiones falladas  ante el cuadro de Eusebio: un mano a mano de Lucas Vázquez después del brillante autopase dentro del área, el gol bien anulado a Marcelo, otra parada de Bono a tiro de Benzema, un centro desde la derecha que no encuentra rematador tras pasearse por la línea de gol, un tiro de Asensio después de jugada individual, un testarazo de Benzema al lateral de la red ya en la segunda parte… Hasta seis ocasiones francas para marcar, además de la del gol de Casemiro. Y todas ellas antes del empate de Stuani, momento en el que ya sí el partido se desnivela. “Pudimos habernos marchado al descanso con tres goles de ventaja fácilmente”, espetan a Goal fuentes internas del Real Madrid.

Sin embargo, no se materializó ninguna de esas ocasiones, ante la desesperación merengue. Dentro del vestuario no queda señalado un jugador o una rotación concreta, sino la sensación de que no salieron las cosas cuando debían haber salido. Que la actuación no fue tan nefasta como para haber hincado así la rodilla, cuando en la primera hora de partido podían haber goleado al Girona. Y que, de hecho, si entonces hubieran marcado un gol, probablemente ahí podría haber terminado el partido. “Aquí nadie perdona”, se lamentaban después personas del Real Madrid en Goal, muy dolidos e impotentes por ver cómo se ha frustrado buena parte de un optimismo que se venía forjando a fuego rápido durante las últimas seis semanas de la forma más inverosímil posible, en el mejor momento en mucho tiempo.

“Hemos perdido una batalla, pero no la guerra”, decía Lucas Vázquez en zona mixta ante los medios una vez finalizado el partido. Un sentimiento generalizado en el Real Madrid, que a pesar del duro revés que le propinó Portu este domingo, sigue confiando en sus posibilidades de cara a lo que queda de temporada. El miércoles, después de dos días de descanso, la plantilla merengue volverá a Valdebebas para ponerse de nuevo manos a ello.

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