JAVIER DE PAZ.- Que Diego Pablo Simeone ha cambiado por completo la historia del Atlético de Madrid es algo en lo que desde su máximo defensor hasta su mayor detractor han de estar de acuerdo. El entrenador argentino ha sido actor principal en las tres últimas ligas que ha logrado el conjunto rojiblanco, en las de 2014 y 2021 como director de orquesta desde el banquillo, y en 1996 como pieza clave del mediocampo, marcando además el gol que ponía por delante a los de Radomir Antic el día del alirón en el Vicente Calderón ante el Albacete.
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Pero su mérito no queda sólo ahí. El Cholo ha normalizado que el Atleti esté entre los grandes, no sólo de España después de que a los años de Segunda División le siguieran otros de total mediocridad luchando por la media tabla con varios equipos claramente superiores. También en Europa. Quizás por ello las críticas son más feroces a cada temporada que pasa, quién sabe. Pero el Atlético sigue codeándose entre los grandes cuando hace no tanto era una quimera imposible de imaginar siquiera.
Con equipos muy ordenados defensivamente, saliendo al contraataque y tratando de aprovechar con los hombres de arriba las ocasiones de las que dispone cuando juega como visitante, y que presiona hasta la extenuación alentado por un público que no para de apoyar cuando lo hace en casa, el Atlético se ha convertido en un verdadero incordio para los gigantes de Europa, que no quieren verlo ni en pintura en el sorteo.
Prueba de ello son las veces que el conjunto rojiblanco ha logrado meterse en las semifinales, entre los cuatro mejores de la máxima competición continental, siendo la mitad de ellas con Simeone como entrenador en un equipo que, recordemos, tiene 117 años de historia.
La primera de ellas tuvo lugar en la campaña 1958/59, en la extinta Copa de Europa. El Atlético de Madrid se vio las caras en semifinales frente al Real Madrid, ante el que tuvo que disputar un partido de desempate en La Romareda después de caer 2-1 en Chamartín y vencer por 1-0 en el antiguo Metropolitano. El duelo en Zaragoza cayó por lado de los blancos por 2-1, con un tanto de Collar para los colchoneros.
La siguiente ocasión fue en la Copa de Europa 1970/71, donde los rojiblancos ganaron al Ajax en el partido de ida por 1-0 con gol de Irureta, pero acabaron sucumbiendo en la vuelta en Ámsterdam por 3-0 frente a Johan Cruyff, Johan Neeskens y compañía, a la postre campeones.
La Copa de Europa 1973/74 fue la tercera y última vez del siglo XX que vio al Atlético entre los cuatro mejores de Europa. Los rojiblancos resistieron en la ida frente al Celtic en la llamada "Batalla de Glasgow", donde vieron roja Ratón Ayala y Panadero Díaz, y lograron la machada en el Vicente Calderón venciendo por 2-0 con un equipo en el que también estaban Luis Aragonés, Adelardo, Gárate o Ufarte. En la gran final, tras un gol de Luis de falta en la prórroga, el Bayern de Beckenbauer logró el 1-1 gracias a un tanto de Schwarzenbeck para forzar un partido de desempate, con los alemanes venciendo por 4-0 con dobletes de Gerd Müller y Uli Hoeneß.
Mucho llovió hasta pisar otra semifinal, ya con Simeone en el banquillo y con la nomenclatura de Champions League. El Atlético, campeón liguero en esa 2013/14, venció al Chelsea en Stamford Bridge por 1-3 tras el 0-0 en el Vicente Calderón para meterse en la segunda final de su historia, en la que acabaría cayendo en la prórroga frente al Real Madrid después de que Godín pusiera por delante a los rojiblancos y Ramos empatara con un gol de cabeza en el descuento.
Dos años después se repitió la historia. El Atlético cayó de nuevo en la gran final ante sus vecinos pese a que Carrasco igualó el tanto en fuera de juego que marcó Ramos en el comienzo. La suerte de los penaltis tampoco sonrió al equipo y Juanfran erró el decisivo de la tanda. En semifinales, los de Simeone habían logrado doblegar a todo un Bayern de Múnich tras ganar por la mínima con un gol de Saúl en la ida y caer en la vuelta por 2-1 en Alemania, haciendo Griezmann en gol que contó doble al marcar como visitante y tratarse de un empate.
La última vez que el Atlético consiguió clasificarse para las semifinales fue al año siguiente, en la 2016/2017, con el Real Madrid de nuevo como verdugo tras imponerse 3-0 en la ida con tres goles de Cristiano y no ser suficiente la reacción del equipo en la vuelta, poniéndose 2-0 en los primeros minutos con tantos de Saúl y Griezmann, y acabando el gol de Isco con todas las esperanzas.
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