OPINIÓN
“No me he llegado a plantear nunca un equipo sin Cristiano. Está aquí y no se va a mover de aquí. Es su club, su equipo, su ciudad. Creo que está encantado con todo lo que tiene aquí. No tengo ninguna duda”. La sentencia es nítida, y el tono con el que lo dijo reafirmó aún más el mensaje. Zidane lo tiene claro: Cristiano se queda en el Real Madrid al 150%. Siendo 26 de agosto, a falta sólo de seis días para el final del mercado, era algo que todo madridista daba por hecho. Pero no está mal que se verbalice, y que sea Zidane el que lo haga además, para despejar cualquier conato de dudas.
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Dicho esto, el quid a estas alturas no está tanto en que Cristiano se quedase en el Real Madrid, que se daba por hecho. Sino en el cómo se quedará Ronaldo en el equipo. Dicho de otra manera: en su actitud y su estado de ánimo a partir del 1 de septiembre, cuando ya no haya margen para agitar el mercado. En sus ocho años en el club blanco, el ‘7’ ha demostrado que se puede confiar en él. Dentro del campo, obviamente, pero también fuera. Especialmente de unos años a esta parte, donde parece haber cobrado un mayor sentido de la responsabilidad e influencia que ejerce para con el Real Madrid. Pero el río lleva sonando también todo el verano, con lo que se hace imposible pensar que discurra completamente seco.
Me refiero a todo el juego de filtraciones que se han sucedido este verano con respecto a su futuro, toda vez saltó a la opinión pública la investigación por fraude fiscal. Lo siguiente fue la irrupción de medios y periodistas en Portugal -cercanos al entorno de Cristiano- diciendo que se quería marchar de España porque se sentía perseguido y no suficientemente protegido por el club. Un extremo que nunca negó el propio jugador en primera persona. Y después de cierta tranquilidad, hace dos días La Sexta desveló que Jorge Mendes había pedido al Real Madrid que Ronaldo fuera el mejor pagado del mundo, doblando su sueldo actual. Una propuesta rechazada de plano desde Concha Espina. Raro, raro, raro…
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¿Que algunos pensarán que estas historias de la marcha y de la renovación son inventadas? Nunca. A los periodistas les podrán engañar, podrán fallar, pero nunca mentirían deliberadamente haciendo uso únicamente de su imaginación. ¿Que desde el entorno de Cristiano pueden estar nerviosos en previsión de que Hacienda le imponga una elevada multa económica, y una renovación al alza podría amortiguar dicha multa? Pues sin confirmación de por medio, desde luego suena lógico al menos. Sobre todo, cuando Cristiano ya renovó el noviembre pasado.
Lo crean o no, este tipo de filtraciones públicas -provengan de donde provengan- no son sino el preludio de un movimiento estratégico posterior. Quizás un movimiento sotto voce, tras las puertas de la privacidad, pero siempre sustentado por lo vertido anteriormente a las masas. Y alrededor de Cristiano, desde que se conoció que estaba siendo investigado, está habiendo muchos ‘movimientos’. Se queda, sí. Pero ahora la pelota está en su tejado. Sólo él desvelará en qué condiciones lo hace. De momento, dentro del campo sigue marcando goles, como siempre. Pero fuera del verde, sigue repitiendo también el mantra de la ‘persecución’, y con mudas palabras de cariño hacia el club (aunque sí hacia fans y compañeros).
Un 2 de septiembre cayó como una bomba su famoso “Estoy triste” en una zona mixta. ¿Habrá una reedición, o caerá toda esta velada tensión en saco roto para que todo siga tan bien como hasta ahora? Pues eso sólo Cristiano lo sabe, diga Zidane lo que diga.