El mercado de pases de Boca sigue dando que hablar. Al regreso de Darío Benedetto se le suma otra vuelta, todavía menos esperada, como la de Pol Fernández. Durante las últimas semanas, mientras el jugador se encontraba en Argentina por problemas familiares, el Consejo de Fútbol se puso en contacto para resolver sus diferencias luego de haber sido "colgado" en 2020, acordó los números de su contrato y, gracias a que su vínculo con Cruz Azul se vencía a mitad de año, dejó al club mexicano prácticamente sin margen para rechazar una oferta.
"El tema, para nosotros, es muy sencillo: no veo ninguna chance de que Pol Fernández vaya a Boca", sentenció Juan Reynoso, DT de la Máquina Cementera, tras la victoria de su equipo frente a FC Juárez del sábado 15 de enero. Sin embargo, la delicada situación contractual marcó completamente lo contrario
Pocos días después, y con el visto bueno de Fernández, el Xeneize inició formalmente las negociaciones con Cruz Azul. Y si bien la empresa que maneja el club no tiene necesidades económicas y hay un enojo importante por la forma de actuar de futbolista, la certeza de que en seis meses perderían al jugador a coste cero los llevó a ponerle precio: por 2 millones de dólares, el conjunto de la Ribera se quedaría con la ficha.
Tal como adelantó GOAL, el viernes 21 Boca le comunicó al club mexicano que aceptaba las condiciones y la historia parecía cerrada, pero al día siguiente Talleres se metió en el medio con una oferta superadora en lo económico tanto para el futbolista como para la Máquina Cementera. Sin embargo, Pol eligió al Xeneize y el último domingo el club mexicano aceptó la oferta. Si bien la idea era que ni siquiera regresara a México, tuvo que hacerlo para cerrar su capítulo en el club.
La despedida, claramente, no fue en buenos términos: "Lo de Pol Fernández no fue ético, por todos los medios nos enteramos que ya había firmado con otro equipo cuando todavía tenía contrato, nos deja con un mal sabor de boca", sostuvo Victor Velázquez, presidente del Consejo de Administración de la institución, quien luego narró que "se acercó con el cuerpo técnico a pedir un permiso especial, nosotros nos enteramos por los medios argentinos. Le quedaban 6 meses, pero si hay un jugador que no está a gusto es mejor decir hasta aquí. Hace poco declaró 'ya los hice campeones, que se den por servidos', eso fue de muy mal gusto". Para finalizar, sentenció que "ya están establecidas las fechas de pago con Boca".
Tras formalizar su salida, el sábado 29 de enero por la mañana, Pol se realizó los chequeos médicos de rigor acompañado de Raúl Cascini, integrante del Consejo de Fútbol, y posteriormente firmó el contrato que lo vinclua nuevamente al club de la Ribera por los próximos tres años. Así, al día siguiente, el domingo 30, el santafesino se puso a las órdenes de Sebastián Battaglia y tuvo su primera práctica junto a sus nuevos compañeros.
¿Qué ocurrió durante el último paso de Pol Fernández por la Boca?
La ausencia de Pol en los primeros dos partidos de Boca en la Copa de la Liga Profesional 2020 -post suspensión por la pandemia- encendieron las alarmas: ¿por qué no jugaba? El santafesino era una fija para Miguel Ángel Russo, habiendo disputado 13 de los 14 partidos del Xeneize antes del parate por el coronavirus. Sin embargo, tras las dos sorpresivas ausencias, a mediados de noviembre el club confirmó a través de un comunicado que el jugador no seguiría. ¿Qué pasó?
EL MERCADO DE PASES DE BOCA
A principios de 2020, Fernández había llegado al conjunto de la Ribera a préstamo por un año, por lo que su contrato se terminaba el 31 de diciembre de ese año y existía una opción de compra de siete millones de dólares, la cual Juan Román Riquelme y su Consejo de Fútbol no estaban dispuestos a abonar. Así las cosas, desde Boca le ofrecieron al futbolista una extensión de la cesión por un año más con la promesa de adquirir su pase cuando ingresara el dinero por el traspaso de Iván Marcone. Este ofrecimiento, que en principio tenía el visto bueno de la institución mexicana, fue descartado por el jugador. Y entonces se desencadenó el conflicto.
El propio padre del futbolista, que también es su representante, confirmó el 10 de noviembre de 2020 una información que claramente estaba vinculada a la repentina desaparición de las canchas del mediocampista: "Por el momento, no vamos a seguir, no vamos a firmar la renovación. Él tiene que volver a Cruz Azul, esperaremos a que pase este tiempo”.
Un día después, desde Boca salieron a aclarar la situación con un comunicado oficial en el que se confirmaba que no adquirirían la ficha del futbolista, además de agradecerle por "su aporte profesional durante este 2020":
"Si bien el club tenía acordada con el Cruz Azul de México una opción de compra que vence el 31 de diciembre, en los últimos días el jugador comunicó que no quería continuar en la institución. Por tal motivo, ante la voluntad expresada por el jugador, Boca no hará un esfuerzo de compra tan grande, por lo que ha tomado la decisión de no hacer uso de la opción vigente. Aclarado esto, Boca le desea a Guillermo Fernández muchos éxitos en su etapa futura y le agradece su aporte profesional durante este 2020".
Ya desvinculado del Xeneize y tras haber confirmado que se quedaría en México para continuar su carrera en la Máquina Cementera, Pol dio su versión sobre su salida de Boca. "Fueron algunas cosas que pasaron y no se supieron porque a mí no me gusta hablar y nadie lo iba a contar. Yo fui al club con condiciones que impusieron y las acaté. Pero me llevaron con opción de compra pensando mi entorno que iban a hacer uso de mi opción de compra. Fui creciendo y me sentía muy bien. Pasaron cosas que yo no me enteré. Un día recibí un llamado que tenía que firmar un papel para extender el préstamo. Yo no sabía que iba a ser otro préstamo, pensé que iba a ser compra definitiva del pase. El Consejo de Fútbol me quiso explicar, pero yo no entendía. Cada vez que hablaba les decía lo mismo, que se comuniquen con mi papá", contó, en declaraciones a TNT Sports.
En la misma línea, agregó: "Pasaron las semanas, papá no recibió ningún llamado de parte de Boca. Me volvieron a hablar y les repetí lo mismo, que se comuniquen con él porque yo no entiendo de papeles y eso. No lo hicieron, ya había pasado un mes de que no podía jugar y un día me llamaron desde el consejo del fútbol diciéndome que si quería que no me presente a entrenar más porque no iba a jugar más. Les respondí que no porque tenía contrato y porque respetaba a mis compañeros. Les dije que estaba a disposición del club para jugar hasta el último día. Estoy súper agradecido con mis compañeros, por eso me puso contento que hayan ganado la Copa Diego Maradona. Yo cumplí mi contrato hasta el último día", concluyó.
