El cambio nunca es sencillo, pero siempre es positivo cuando hay trabajo, ese parece ser el pensamiento que se ha instaurado en la Selección Colombia dirigida por Carlos Queiroz, luego de un exitoso ciclo con José Pekerman.
El nuevo cuerpo técnico ha impuesto sus ideas en el camerino y ha plantado en todos los jugadores el pensamiento de que los goles no son una función exclusiva de los delanteros, así ha quedado demostrado en los amistosos que ha disputado la Tricolor desde la llegada de Queiroz, donde una buena cantidad de goles ha llegado de los pies y cabezas de volantes y zagueros.
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Ese simple cambio de mentalidad ha mostrado, en pocos partidos, una faceta ofensiva del conjunto cafetero que no había sido bien explotada en el pasado, donde la consigna era atacar por las bandas y buscar a los delanteros, dejando sobre ellos el peso exclusivo de anotar los goles.
La de hoy ha sido una declaración por parte de Colombia, no irán a la Copa América a esperar los resultados, a guardarse, ni mucho menos a especular, esta selección tiene claro que, si bien cuenta con una defensa que nombre por nombre es una de las más sólidas del continente, los goles son los que ganan los partidos y ya no vendrán solo de las genialidades del Tigre Falcao o la potencia de Duván, en Colombia todos los jugadores tienen goles y bajo el mando de Queiroz la orden está clara: Hay que anotar tantos como se pueda.
