Desde el primer instante se notó la mano de Gustavo Quinteros en el Monumental. En su debut en casa como técnico de Colo Colo, después del punto que logró conquistar en Coquimbo en los descuentos, el Cacique salió con una iniciativa ganadora a opacar a una furiosa Unión Española que está cómoda en la parte alta del torneo 2020 mientras el local brega por salir de los puestos de descenso. Así fue como se juntaron Gabriel Costa y Gabriel Suazo en la izquierda y, tras el centro del canterano, Esteban Paredes anotó el 219 en Primera y el 198 en el club, un grito inicial que anticipaba cosas buenas. Pero el grito del 7 no fue más que un aviso de que se venía la guerra de goles. Y totalmente en contra para el nuevo adiestrador.
Los ocho goles de Colo Colo 3 Unión 5
Cristian Palacios lo empató tras una cesión profunda de Carlos Palacios, Suazo finalizó una combinación Costa-Paredes con una bala, el uruguayo llegó a su doblete vía penal tras el foul de Brayan Cortés (que jugó otra vez menos de 24 horas después de su debut por los puntos con Chile) y Costa -de fantásticos 45- trajo cierta tranquilidad al aprovechar el centro al área de Marcos Bolados con un cabezazo, misma que se diluiría por completo en la segunda mitad.
Es que el charrúa escribiría el hattrick que le permite igualar a Larrivey como máximo artillero de la competencia, Misael Dávila quebraría la igualdad tras una profundización de un Carlos Palacios que, presente en todas, regateó y se dio el lujo de clavar un zurdazo desde lejos en la meta de Cortés que, con complicidad de la zaga incluida, se erigió como el quinto canto hispano en Macul.
No solo el Chorry deshizo a la defensa colocolina, sino que en los flancos ni Opazo ni Véjar generaron garantía alguna. Tanto Rodrigo González como los agentes de la izquierda pasaron con libertades absolutas. El atisbo de reacción final corrió por cuenta de un palo del recuperado Nico Blandi, que salió del extenso hospital blanco que lideran Mouche, Leo Valencia y Mati Fernández. Colo Colo refresca su cara arriba a la vez que se muestra feble, fácil de dañar, evidentemente goleado y al borde de la cola con los partidos de ida prácticamente terminados.
