La Selección mexicana sacó un triunfo muy importante contra Honduras, venciéndolo contundentemente con marcador de 3-0, dando otro enorme paso para su prematura clasificación a Qatar 2022, que parece más factible que nunca.
El Tricolor se aprovechó de un rival bastante endeble, que fue fiel a su típica filosofía histórica: Trabar el partido y dar patadas para intimidar al adversario. Afortunadamente, haberse ido al frente en el marcador desde el minuto 17 favoreció en buena medida el trámite.
La Selección mexicana fue contundente, logró desarrollar un buen futbol y con toda justicia se lleva este holgado marcador a casa, destacando sobre todo la actuación de Raúl Jiménez y Chucky Lozano, que se echó el equipo al hombro de nueva cuenta.
El delantero del Napoli suele mostrarse siempre cercano a su mejor nivel cuando viste la camiseta del Tricolor. Se ofrece para recibir la pelota, recibe cualquier cantidad de patadas, busca el arco y logra desquiciar a sus adversarios con la velocidad de ejecución. Hoy, el tercer gol de la contienda significó un premio más que merecido.
Raúl poco a poco sigue recuperando sensaciones, y hoy más que mostrarse fino frente al arco, colaboró con sus compañeros creando juego, muy fino en sus conducciones y sobre todo, participativo al jugar de espaldas al arco.
Igualmente vale la pena destacar los esfuerzos de Alexis Vega, Rogelio Funes Mori y Orbelín Pineda, futbolistas que saltaron al terreno de juego desde el banquillo y que ayudaron a destrabar un momento complicado del juego. A Martino le salieron a la perfección sus cambios.
En la cancha del Estadio Azteca quedó muy claro que se midieron dos equipos de distinta calidad, y la Selección mexicana da un paso hacia adelante en su ya muy probable clasificación a Qatar 2022. Que el Tri agradezca el buen nivel de sus delanteros, poseedores de un considerable porcentaje de la esperanza a unos meses de la Copa del Mundo.