
Dicen que el fútbol es de los futbolistas, y eso es un error. No es de ellos, ni de la afición, ni de los presidentes, ni de los entrenadores. Es de los intermediarios, esos que aparecen y desaparecen especialmente en esta época del año para cambiar a sus jugadores de equipo en equipo y así ganar dinero con las comisiones. Cuanto más mueven a un futbolista, más dinero se llevan.
Es el caso de Jorge Mendes, que ahora traspasará a Rodrigo Moreno del Valencia al Atlético de Madrid por 60 millones de euros (su cláusula de salida era de 120, el doble) y se quedará con el 10% de la operación. Lo hace sistemáticamente. Lo hace con Rodrigo y lo ha hecho con muchos más. Lo hará con Joao Félix y con tantos otros. Por algo apellidan '10%' al agente portugués.
Esa es la pena del fútbol: el fútbol es de los intermediarios, tal y como me lo dijo hace algún tiempo Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid...




